Es difícil de responder, pues la pregunta es subjetiva. No todos los lectores leen el mismo libro igual, ni a todos les parece bueno un mismo libro. Es fácil deducirlo al ver los comentarios de los blogs de reseñas: lo que para unos es magnífico, para otros es un verdadero tocho.
¿Los mejores libros son los que más se venden?
Aunque muchos no estarán de acuerdo conmigo, creo que sí. Siempre y cuando aceptemos que un libro puede estar mal escrito, pero el tema sea original y atractivo. Un ejemplo claro lo tenemos con Las 50 sombras de Grey.
Su autora E.L. James, una ex productora de televisión británica de cuarenta y tantos, confesó en una entrevista reciente con NBC que aún no sale de su sorpresa. “Mi libro no tiene nada de revolucionario, ni siquiera está bien escrito”, dijo, “lo escribí en mis ratos libres, como un hobby. Fue mi modo de enfrentar la crisis de la edad mediana”.
Después de ser lanzado por una pequeña editorial australiana, “Fifty shades of Grey” se hizo rápidamente popular a través de Facebook, Twitter y otras redes sociales. Fue el secreto peor guardado de millones de apasionadas lectoras. Ahora
fue adquirido por la editorial Vintage de Estados Unidos en una cifra no determinada de siete dígitos, y sus derechos cinematográficos acaban de ser vendidos a los estudios Paramount. Según informes de prensa, Ian Somerhalder encarnaría a Grey, descrito en el libro como “el hombre más rico, seductor y escurridizo de todo el estado de Washington”.
¿Es casual que esa novela se haya convertido en un fenómeno en la era digital? Obviamente no. Según la propia autora su éxito se debe al eBook. Sus principales lectores son mujeres, y pueden leerlo en cualquier parte con la complicidad que da el libro electrónico. Pero hay más detrás de eso.
“El libro ha tenido eco porque después de un largo día supervisando empleados, tomado todas las decisiones y cuidado a los niños, una mujer ya no quiere seguir a cargo. Desea entregar el control”, explicó a The New York Times una “dominatrix” llamada Jennifer Hunter.
Como escritora, mi visión es diferente. Creo que el ingrediente principal de este libro consiste en su originalidad. Escribir acerca de temas que nadie se atreve a tocar, como el sadomasoquismo, que al parecer a todo el mundo causa repulsión pero que el morbo hace que deseen saber de qué se trata, especialmente si está ambientado en una novela, es su punto fuerte.
Así como lo fue “El código Da Vinci”. Nadie se había atrevido a poner en entredicho el papel de María Magdalena, o sembrar dudas sobre la virginidad de María la madre de Jesús. Y vino un escritor llamado Dan Brown y barrió con todos los mitos. Todos dijeron que la novela estaba mal escrita, (a mí me encantó); esa novela, sin embargo, fue inspiración para miles de escritores, hasta ahora surgen como hongos obras en las que el ingrediente principal es la Iglesia, los templarios, los masones, el Santo Grial, y la búsqueda de secretos relacionados con oscuros misterios religiosos.
¿Podría decirse entonces que las buenas novelas nada tienen que ver con la calidad? Es probable. Lo importante es el contenido. Y también saber hacerla llegar al grueso del público. E. L. James dijo claramente que si no fuera por las redes sociales su novela no se habría dado a conocer. Pero la novela no fue dada a conocer por ella tanto como por sus lectoras. Fueron ellas quienes se recomendaban la novela y se llegaron a vender dos millones en un mes en Amazon.
Pero hablamos de un mercado gigantesco de más de 200 millones de lectores, (no de habitantes) y en donde predomina el idioma inglés. Dos puntos que tenemos en contra los que publicamos en español.
Creo que para que una novela tenga éxito en el ámbito internacional debe tratar un tema muy original y atractivo, ser publicada en formato digital por el enorme alcance que tiene, y preferiblemente estar escrita en inglés.
También existe un gran mercado hispanohablante, solo en los estados unidos existen 42 millones, de los cuales supongamos que un 10% dedique algún tiempo a la lectura, tendríamos cuatro millones doscientos mil lectores potenciales solo en USA. Sin contar América del Sur, Centroamérica, El Caribe y México. Y si hablamos de la población de origen hispano que vive en otras partes del mundo como Australia, Europa…, estamos hablando de una enorme cantidad de lectores potenciales.
El asunto es escribir una novela diferente, atractiva, que rompa esquemas, no más de lo mismo; antes que nada seamos originales. Y preferiblemente que esté bien escrita.
Hasta la próxima, amigos!
B.Miosi
Fuente: Cosas.com