Revista Diario

¿Qué hacer cuándo no sabes qué hacer?

Publicado el 24 noviembre 2015 por Taraferar
Partiendo de la base de que podemos ser personas más o menos seguras en cuanto a nosotros mismos. Todos, hasta la persona más "estable del mundo" (Lo entrecomillo porque no creo en ese término tan absoluto, ¿qué sería de la humanidad sin ese punto "loco" e "inestable"?). En fin, tod@s, tenemos momentos buenos y malos, muchas veces motivado por situaciones que no tienen solución al alcance de nuestras manos y otras porque no tenemos la energía o la intención de ponerle solución, sin más.
Atravesando uno de esos momentos bajos, leí una frase "si piensas en positivo al final atraerás cosas positivas". Pensaréis, y así es, que es la mítica frase con letras bonitas con un fondo otoñal que todo el mundo comparte por las mañanas. Pero quizás por mi momento, me puse a pensar en ello Mi parte escéptica se expresó, pensé que eso es un tópico que a veces se plantea como la formula mágica para convencer a cualquier hijo de vecino de que "si te da la gana todo saldrá bien" y cuando la vida te demuestra que es algo más dura que eso, pues escuece. Pero después, lo llevé a mi momento actual. Y es que, la reina del "pinta sonrisas", se había dejado comer por el negativismo.
Yo todo lo estaba mirando desde un cristal un tanto gris y eso solo me atraía cosas desagradables, Me explico, si yo estoy gris, seguramente estaré más irascible, más sensible, tendré menos paciencia, estaré más apática y así hasta colmar una larga lista de palabras que demuestran "inapetencia vital". ¿Simple, no? El problema que con esos cristales no lo vemos, y al final caemos en una espiral de cosas feas y negativas que no llevan a ningún lado.
Y al final, pues no sabes que camino elegir. !Yo¡ Que siempre camino sobre seguro, opte por la senda  que opte, (nunca digas, de este agua no beberé). Pues bien. Es momento de lamerse las heridas, y quizás, aunque nadie os lo recomiende, mirar atrás, y recordar aquella frase de "todo tiempo pasado fue mejor". No os digo que os situéis en un momento pasado, sino en una emoción. Yo comencé a recordar en lo ilusionada que salí de la carrera. En la de kilos de energía que ponía en cada cosa nueva que hacía. Recordé aquella inocencia, que todo me lo hacía ver con buenos ojos. Por el camino he ido perdiendo de eso y ganando en mesura. Y quizás la mesura le ganó la batalla a la ilusión desmedida y ahí pues simplemente "se lió parda"
Siempre he sostenido, y así lo sigo pensando, que la vida son equilibrios. Un poquito de esto y también un poquito de aquello, y siguiendo con esto, un poco de ilusión y un poco de mesura, nunca una debe superar a la otra, y si algo debe superar, siempre es la ilusión, porque ella es una buena fuente. Fuente de energía inagotable, fuente de ideas, fuente de trabajo, fuente de sonrisas, fuente de fuerza...y así hasta el infinito.  Siempre debemos tomar pellizcos más grandes de cosas positivas que de cosas negativas, porque si estamos rellenos de una pasta dulce, más dulce se nos hará la vida. Y repito, no digo que vaya a ser esto árboles de algodón de azúcar y unicornios, solo digo que estaremos más contentos, más bromistas, más tranquilos, seremos más pacientes y así la vida se lleva mejor, ¿No?
Quizás uno debe ver una versión más gris de si mismo, para darse cuenta de lo buena que es la versión a color, o quizás mejorar esta última. Porque esa es otra cuestión importante. Mejorar y avanzar y tener la necesidad de hacerlo y ser motor para ello, eso también es importante, y eso, además, generará movimiento, ilusión...y ese si que es buen círculo.
La vida, como la locura que es, jamás nos dejará de sorprender. Y es precioso. Pensadlo.

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