Pero hay ocasiones en las que el destino decide darnos con la puerta en las narices y nos vemos en la tesitura de tener que aplazar o cancelar la boda. Y, en la mayor parte de los casos, los motivos no son muy alegres: uno (o los dos) miembros de la pareja deciden que no están preparados para casarse, problemas económicos, fallecimiento de un familiar, retraso en la documentación (en caso de segundas nupcias o de matrimonios entre extranjeros) y otras catástrofes similares.
Cuando esto ocurre es necesario, ante todo, que os toméis las cosas con serenidad. Aunque es bien cierto que es difícil, es imprescindible tener la cabeza fría para poder acometer la ingente (e ingrata) tarea que significa aplazar o cancelar la boda.
Veamos qué hacer:
En caso de aplazamiento
Si aún no habéis enviado las invitaciones, únicamente debéis comunicarlo en persona o por teléfono a todos los invitados que tenían constancia de vuestra próxima boda, sin ningún trámite más.
Si ya habéis enviado las invitaciones, debéis enviar una nota informando del aplazamiento de la boda. No hace falta que indiquéis el motivo (tampoco habéis dicho porqué os ibais a casar en las invitaciones, ¿verdad?), salvo fallecimientos, enfermedades de personas muy allegadas u otras causas realmente graves.
Debéis tener en cuenta, aunque sea un gasto más, que hay que enviar otras invitaciones con la nueva fecha.
En caso de cancelación
Al igual que en el caso del aplazamiento, habrá que informar a proveedores e instituciones. En este caso es necesario negociar de forma más dura con los proveedores, porque serán más reacios a recortar sus indemnizaciones al no haber nueva fecha de boda.
Cuando las invitaciones ya se han entregado, la cosa es más complicada, es ineludible enviar una nota a todos los invitados informando de la cancelación. En este caso os aconsejo que no indiquéis el motivo por el que se cancela y, en todo caso, podéis decir que ha sido una cancelación de mutuo acuerdo, independientemente de la causa real.
Debéis devolver todos los regalos que ya os hayan enviado, junto con la nota de cancelación. Y todos, son todos. Quedarse con los regalos de boda es totalmente inaceptable.
Algo a tener en cuenta para evitar problemas con los aplazamientos y cancelaciones son los seguros de bodas. En el mercado cada vez hay más aseguradoras que ofrecen este tipo de pólizas, así que, es algo a tener muy en cuenta. Cubren desde problemas meteorológicos hasta la enfermedad de uno de los contrayentes, incluso incumplimientos de proveedores.
En cualquier caso, desde Quién Dijo Boda deseamos de todo corazón que nunca os tengáis que enfrentar a ninguna de estas situaciones.
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