Puedo decir que he encontrado el momento del día en el que me siento inspirada. ¡Eureka! No importa si es de mañana o de noche, ni día de semana o un sábado de relax, MI momento donde resuelvo problemas, vuelan ideas nuevas (debería llevar una grabadora conmigo, -nota al margen-) y donde lleno el cuerpo de energía: es para mí cuando salgo a correr. Incomparable con otros. Intentaré descifrar aquí el por qué.
Comencé hace tiempo, y con la intención de ejercitar la voluntad, bueno, hablemos con propiedad: mi voluntad. Y no estoy pensando en “la voluntad de salir a correr“, sino en “creer que puedo lograr todo lo que me proponga“, que tengo fuerzas para hacer, para tener éxito y que además, lo disfrutaré.
Había abandonado hacía años la disciplina… salía sin ninguna constancia y no veía resultados; cuando volví al ruedo no podía aguantar más de 10 minutos continuos. Ahora que he logrado el hábito, en este camino he descubierto más cosas: he conocido el momento justo cuando aparecen los pensamientos negativos (y me río), he elastizado más el límite de mi paciencia, confío en mí y valoro mis propias decisiones.
Cuando lees esto puede parecer extremo o extraño, no? Pero es así. La voluntad es una carta importante de la autoestima. ¡Qué poco nos conocemos hasta que decidimos conocernos!
Integrar el cuerpo a tus actividades diarias te hace tomar consciencia de tus dimensiones, de hasta dónde puedes llegar (posibilidades) y valoras el esfuerzo. Tuyo y de otros. Deja la sensación de vivir el presente; y cuando tienes agujetas, ni te cuento! La sensación, hoy, es que nada ni nadie puede abatirme, puedes sentirte como un velero en medio de una tormenta: la mejor decisión es mantenerse erguido a palo seco, porque sabes que si aguantas, la tormenta pasa.
Si nos ceñimos a lo aprendido desde la Inteligencia Emocional, podemos decir que para llegar a la automotivación y así a la autorrealización, el primer escalón para reforzarla es conocer qué nos está fallando: ¿la voluntad o el autocontrol de las emociones? Con sólo generar un pequeño cambio de hábito, nuevas cosas nos suceden, hacemos nuevas conexiones cerebrales y nuevas puertas se abren.
En fin, que esta pequeña historia es sólo una excusa para contarles que la motivación y el pensamiento positivo son la clave para dar más, rendir mejor, creer en nuestras posibilidades y ampliar las opciones en el juego del día a día. La mejor noticia: ¡esto se entrena! Por eso mismo, les preguntamos:
¿Qué haces cada día para motivarte?
Si bien el deporte te conecta con tu cuerpo y esto es el gran ingrediente de la magia del ejercicio de la voluntad, aquí les dejamos un vídeo donde pueden verse esas caras de gratitud y esfuerzo. Lo podrás hacer, les animamos:
pd: Quiero agradecer a mis compañeros de ruta: Daniela y Pablo.