Yo quería escribir, por ejemplo, acerca de mi amor por la crema de avellana. Pero ayer fue Día internacional contra el cáncer de mama y me pareció que sería bueno compartir que me hice una mastografía hace poco y bla, bla... Entonces puse atención a algo que había estado viendo sin fijarme todo el día.
Caravana de migrantes: las horas de angustia y caos...
Por favor, lean la nota. Lo menos que podemos hacer quienes hemos amanecido"en casa" es pasar por la molestia de enterarnos...
La migración forzada es un fenómeno que no se acaba de entender. Y vale que no todo el mundo tiene estudios en Humanidades como para "acabar de entender"; pero es que basta con entender poquito; con eso alcanza para portarnos con decencia y para sentir empatía.
Me gustaría decir que lo peor que vi fueron las imágenes de niños sufriendo porque una se preguntaría qué hay peor. Pero lo peor que vi fueron un montón de comentarios que literalmente me revolvieron el estómago. ¡Cuánto daño nos ha hecho el mito del hombre que se hace a sí mismo! Y ojo que los peores comentarios no son de quienes consideran que está bien que gaseen a las personas, de quienes aseguran que nos vamos a rodear de delincuentes o de quienes se preocupan porque se van a quedar con nuestros trabajos. Los peores comentarios son de quienes de verdad creen que México les abre la puerta y solo les pide que lo hagan ordenadamente, con sus documentos en regla. No entienden ni entienden que no entienden.
Silvia Parque