Revista Literatura

Qué le ocurrió a Trevor (Parte 1)

Publicado el 30 agosto 2011 por Olgasalar
Con motivo de la publicación de la tercera novela de la saga Oscuros, La trampa del amor, Montena y la colección Ellas, nos propone un interesante juego, escondidos en la blogosfera hay dos textos inéditos sobre los personajes de la saga,  pero para poder leerlos, vais a tener que encontrarlos :
De uno de ellos este es el comienzo, ahora tendrás que buscar el 2 y el 3, para la historia completa poder leer.
Qué le ocurrió a Trevor (Parte 1)Luce frenó la moto hasta parar en frente de la casa del lago. Estaba enamorada... de la moto, una Honda Shadow dorada de 1986: preciosa. La loca de su compañera de clase, Rachel Allison, pelirroja teñida y con un francés inmaculado, había crecido y todavía vivía a unas millas al norte de la escuela de Dover. Por eso cada vez que los padres de Rachel se iban de la ciudad, la mayoría de su clase, al menos la gente más popular, se presentaban a la obligada fiesta. Esta era la primera vez de Luce. Cuando fichó al terminar su turno en el taller de motos y chapa de Pisani, Luce tenía tres mensajes de Callie: uno con indicaciones para llegar a la fiesta, otro para decirle que le había tomado prestadas sus chanclas negras, y un tercero con una foto de Callie sorbiendo de un Mai Tai a bordo de una de las lanchas motoras de Rachel. Pero fue el mensaje de voz... no, la voz de fondo del mensaje de Callie lo que convenció a Luce a hacer acto de presencia. Era Trevor Beckman diciendo: Dile a Luce que se dé prisa y se venga. Era de lejos el tío que más molaba de su clase. Y también el más guapo. Trevor era el capitán del equipo de baloncesto, el rey de las celebraciones del homecoming, las fiestas anuales de bienvenida, y la pareja de laboratorio de biología de Luce. Y en algún momento fue también el novio de Rachel Allison.Y ahora, ¡quería que Luce se diera prisa en llegar a la fiesta! Qué le ocurrió a Trevor (Parte 1)Luce por supuesto, estaba colada por Trevor. Y ¿quién no lo estaría? Alto y fuerte, siempre sonriendo, con el pelo castaño oscuro a juego con sus ojos, todo en ese tío era para estar coladita por él. Pero era la clase de cuelgue en el que Luce nunca se planteaba hacer nada. Ella no iba detrás de ningún chico. Nunca lo había hecho. Y eso a Callie la volvía loca, pero Luce se sentía muy cómoda admirando en secreto a Trevor y sus músculos. Mucho más cómoda de lo que se iba a sentir yendo a la fiesta. Apagó el motor y bajó de la moto antes de que nadie la pudiera ver y preguntarse cómo demonios podía permitirse una moto como aquella. Porque Luce no podía permitírsela. Se la habían prestado del taller para esa noche: el taller en el que había estado trabajando a tiempo parcial durante los últimos seis semestres sólo para poder hacer frente a los “imprevistos” en Dover. La habitación y comida las pagaba, para su bochorno, con la única beca que había en toda la escuela. Para no perder la beca, Luce asistió durante tres años a las clases especiales de nivel superior, y consiguió mantener la media de sobresaliente. Por no mencionar los tres años siguiendo su terapia semanal en Shady Pines sin que nadie en la escuela lo supiera. Probablemente se habría pasado los tres años sin ir ni a una de las famosas fiestas de Rachel si no hubiera sido por el hijo del Sr. Pisani. Joe era algunos años mayor que ella. Sexy de una forma misteriosa. Siempre había cuidado de Luce, desde que ella comenzó a trabajar en el taller. También sabía que ella se moría por la moto que él había resucitado de un montón de chatarra. Justo antes de que Luce se fuese aquella noche, él le deslizó una llave en la palma de su mano. –¿Qué es esto?– He escuchado algo sobre una fiesta esta noche. –Joe sonrió–. ¿No tienes que conducir hasta el lago?Al principio, Luce negó con la cabeza. No podía aceptarlo. Pero pensó que en solo tres días volaría de vuelta a casa para pasar el verano con sus padres en Thunderbolt, Georgia, donde todo sería plácido, fácil y cómodo. Y aburrido. Tres meses enteros de puro aburrimiento.–Diviértete. –Joe le guiñó el ojo.Qué le ocurrió a Trevor (Parte 1)Y ella se marchó en la moto. La sensación de conducirla, el viento en su cara, la velocidad, la emoción de todo aquello era algo familiar y aún así no se podía comparar con nada en el mundo. Sentía como si volara. Cuando cruzó las antorchas de bambú a la entrada a la fiesta, Luce pudo ver de lejos a Callie junto al agua, rodeada por un grupo de chicos. Llevaba puesto un bikini rojo, las chanclas de Luce y un largo pareo blanco ajustado a la cintura.–¡Por fin! –chilló al ver a Luce. Los tirabuzones mojados de Callie le saltaban al reír. Seguro que acababa de volver de nadar, cosa que Luce no podía ni imaginar en aquel lago tan negro y frío. Callie era de las que no tenían miedo a nada y siempre encontraba una forma de pasarlo bien. Tiró de Luce para acercarla y susurró, –¡adivina quiénes acaban de tener una pelea tremenda!Trevor caminaba hacia ellas, con una bebida en la mano. Iba en bañador y llevaba puesta su camiseta de baloncesto. Detrás de él, a unos pocos metros, la cara de Rachel estaba encendida de ira.Trevor se dirigió a Luce. –Justo a tiempo, –le dijo con una sonrisa. Le costaba un poco vocalizar.–¡Trevor! –Bramó Rachel. Parecía querer salir disparada detrás de él, pero se quedó plantada, con las manos en la cintura. –Se acabó. ¡Ahora mismo le digo al camarero que no te sirva ni una más!Trevor se paró frente a Luce. –¿Qué te parece si damos un paseíto hasta el bar?Callie dio un empujón a Luce por la espalda justo antes de desaparecer y Luce se encontró a solas con Trevor Beckman.
© 2010 por Tinderbox Books, LLC y Lauren Kate

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