Hoy en el club Cadena de Favores de Facebook denunciaban un blog plagiador. Bueno, es bastante normal, por desgracia, pero es así. La persona que regentaba ese blog (dado que no se merece ningún tipo de compasión con mi parte, me siento libre para daros el nombre del sitio: Fantastic Wonderland) cerró el blog un breve tiempo después, seguramente cuando la gente comenzó a avasallar. Luego lo volvió a abrir, que sí, es algo de juzgado de guardia, pero todo esto es aceptable. Como he dicho antes, ha pasado más de una vez y más de dos, y volverá a pasar, más de una vez y más de dos. Todas estas costumbres de "te copio la entrada y si me pillan pues cierro el blog y si te he visto no me acuerdo", por muy horribles que sean... ya estamos curados de espanto. ¿Y qué es lo que pasa? ¿Qué me llevó a enfadarme más y más? Pues que me puse a pensar.
Me puse a pensar y recordé que esta misma chica, "Susana" (imagino que será el verdadero nombre, pero lo pongo entre comillas por si no lo es), hizo exactamente lo mismo hace menos de un año. Tenía un blog, se descubrió que copiaba cosas de otros blogs, se le dijo algo, lo cerró y volvió a la carga. ¿Por qué? Si me apuras, puedo entender que una vez copies una reseña (me resulta difícil, sí); pero esto ya es reincidente y muy poco normal. Sinceramente, no sé que se le pasa por la cabeza a una persona que quiera abrir un blog, pero supongo que una de las cosas es trabajo. Hijos míos, un blog requiere un trabajo, requiere ponerse, los días que quieras y a veces los que no, un blog requiere leer un maldito libro y reseñarlo, un blog requiere todas esas cosas y muchas más. Está claro que lo que no se puede hacer es copiar el trabajo de otros porque "como está en Internet es gratis". Pues no señor, quien algo quiere, algo le cuesta, y sé lo fácil que es copiar y pegar cuatro líneas de una reseña un día que estés cansada, pero no se puede tolerar.Luego me encontré con esta entrada, de la que sinceramente no voy a comentar nada puesto que según leía mis ojos iban abriéndose más y más hasta llegar a un punto en el que pensé que los perdía por el despacho. Quien quiera prácticas indecorosas y sucias, ¡que venga a la bloggosfera! Con dos o tres sinvergüenzas tenemos de sobra para alimentar a un regimiento.
Últimamente noto algo en la bloggosfera que no era habitual antes. Cada vez hay más blogs, y esto es bueno, pero claro, es bueno hasta cierto punto. Saliéndome un poco del contexto de esta entrada (porque no pienso hacer nada más así
Sasy.
