La Huelga General del 29 de septiembre superó con creces las espectativas que todos los que ibamos a participar en ella teníamos.Aunque la sintonía de los medios de comunicación tradicionales fue la de siempre (poco seguimiento de la Huelga General, actos violentos en los piquetes informativos, anti-sistemas en Barcelona...) el dato posiblemente más objetivo que tuvo la jornada fue, junto a las manifestaciones multitudinarias de todo el país, el consumo eléctrico en toda la jornada de huelga.
En Catalunya bajó hasta un 25%, que fue dónde más cayó.En Baleares, por ejemplo, cayó un 13%. Menor consumo que un domingo.Y, en general, la caida fue de un 16% y de un 21% en las primeras horas de la mañana y de la tarde.
Fue el consumo que suele tener un día festivo. Esto quiere decir que España sí que paró el día 29.
Teniendo en cuenta este seguimiento, no cabe duda de que los trabajadores mostraron el descontento generalizado hacia la Reforma Laboral, la Reforma de las Pensiones, el retraso de la jubilación hasta los 67 años; y, en general, hacia la política económica que está llevando a cabo el Gobierno de Zapatero.
El esfuerzo que muchos trabajadores, estudiantes, parados, hemos hecho el pasado miércoles no puede quedar en vano. Paramos nuestro trabajo y asistimos a la manifestación con el objetivo de parar esta masacre social.El Gobierno tiene que rectificar y escuchar lo que muchos estamos pidiendo: que emprenda una Reforma Empresarial, que emprenda una Reforma Fiscal basada en que pague más quien más tiene, que emprenda la verdadera lucha contra la economía sumergida, y un largo etcétera.
Sería un gran error si los sindicatos se dispusiesen a negociar con el Gobierno en estos momentos porque muchos hemos mostrado nuestra total ruptura con este. Los recortes de los derechos laborales conquistados tras muchos años de movilizaciones obreras no deben negociarse o pactarse.Está claro que el Gobierno va a moverse muy poco y no se va a salir de su esquema actual. Lo único que quiere Zapatero es sentar a las organizaciones obreras para intentar colar la Reforma de las Pensiones como algo "de izquierdas" y obrero.
Los sindicatos deben plantar a Zapatero, haciendo ver que no van a sucumbir en las negociaciones a una rebaja (por mínima que sea) de cualquier derecho laboral. El único diálogo válido es el que muestre el descontento general de la sociedad española, el que deje bien claro que mediante recorte de derechos no hay que salir de la crisis.
La única Reforma Laboral que sirve y debe emprender Zapatero es aquella que suprima las ETTs, encarezca el contrato temporal y rebaje el horario de la jornada laboral a las 35 horas semanales que llevamos pidiendo tanto tiempo.
Y, sin ninguna duda, si Zapatero continúa con esta política o no rectifica, hay convocar una nueva Huelga General. Para contrarestar las medidas y para ofrecer una salida social a la crisis.
Porque cada vez somos y seremos más los que apoyemos las futuras movilizaciones.