¡Que no te engañen!

¿Alguna vez has pensado que tu banco te puede estar engañando?

Foto de Jenny-Pics

Con todo lo que estamos viendo a diario, es difícil que encontremos a alguien que no piense que su banco es fiable al 100%.

Esto que os voy a contar ahora, ocurrió este año pasado, en una entidad muy famosa, no por su buena gestión, sino por dejar un impresionante agujero de miles de millones de euros.

En esta entidad me propusieron tener una tarjeta de débito/crédito, que tenía la peculiaridad, que si pagabas en compras cierta cantidad de dinero al año, te salía su mantenimiento gratis, con la ventaja de que si al final no superabas esa cantidad, me podía dar de baja antes de cumplir el año. El mantenimiento de esta tarjeta costaba 45 €, casi nada. Al ver que no iba a alcanzar la cifra que me libraba de pagar, decidí darle de baja en la fecha que cumplía el plazo.

Cual fue mi sorpresa, que al mirar mi cuenta, me habían cobrado la cuota, sin previo aviso. Me dirigí a hablar con la misma empleada, le dije que me devolviesen el dinero, pues me iba a dar de baja. Su respuesta fue que una vez que se cobraba, no había devolución. En ese momento me sentí engañada y pensé que a lo mejor me vieron cara de ignorante, (por no decir otra cosa). Estuve hablando con ella y por insistir en que eso no fue lo que ella me dijo, se me puso prepotente y pasota. (Ya no era la dulce empleada que me daba los buenos días y me llamaba para venderme los estupendos seguros de su banco). Ni el director estaba dispuesto a rectificar, ellos se mantenían en sus treces. Salí muy indignada e impotente, pero con las ideas muy claras de que esto no iba a quedarse así.

Una vez que llegué a mi casa, debido a la mala experiencia que he tenido con las reclamaciones hechas a través del defensor del consumidor, decidí hacer una reclamación directamente al defensor del cliente del propio banco en Madrid.

Transcurrido el plazo de un mes, recibo una llamada de teléfono de la empleada, diciéndome que desde Madrid les habían dicho, que diesen la solución que ellos creyeran mejor y que el director, había decidido devolverme el dinero por la larga trayectoria que teníamos con ellos y no porque estuviesen obligados a hacerlo. Vamos, que encima les tengo que dar las gracias, por el favor que me hacían.

Total, que después de un mes tenía más trayectoria que antes. Muy buena explicación y muy buena excusa.

Y ahora me pregunto yo:

¿Cuántas personas están siendo engañadas? ¿Con cuánto dinero se están quedando?