Ahora quiere conocerte para ver si se genera una buena conexión entre ambos, si vuestros intereses están alineados y si estaríais de acuerdo en los términos en los que trabajaríais juntos. Para ello, acordáis un encuentro, virtual o en persona.
Aunque cada entrevista y cada representante es un mundo, tu objetivo será siempre el mismo: demostrarle lo profesional que eres, que sabes de lo que hablas y que trabajarás codo con codo para sacar el mayor partido posible a tu carrera. En definitiva, le quieres hacer ver que eres un buen fitpara su cartera de representados.
En nuestro artículo “Qué hacer en tu primera reunión con un representante”, te contábamos cómo dar una buena impresión. Hoy, sin embargo, queremos compartir contigo todo lo que muy probablemente hablaréis en esta cita, para que te lo prepares bien y, así, no te pille desprevenido.
“Háblame de ti”
En cualquier entrevista, lo primero que te van a pedir es que les hables un poco sobre ti, y aunque te parezca una tontería y lo veas muy obvio, conviene que lo lleves ensayado de antes, por dos motivos:
Porque esto siempre ocurre al principio de la entrevista, que es cuando estás más nervioso y porque, precisamente por eso, puede que te empieces a liar contando algo menos importante, no encuentres las palabras adecuadas o se te olvide mencionar algún aspecto clave. ¡No queremos que te arrepientas!
Deberás hablar con seguridad sobre tu trayectoria profesional, dónde te has formado y en qué has trabajado.
- Si tienes mucho que contar, no conviene que hagas un listado de absolutamente todo. Es mejor que agrupes información y que destaques solamente lo más importante y relevante.
- Si tienes poco, no te sientas mal por ello ni te hagas de menos. Obviamente, este profesional ya habrá visto tu CV y ya lo sabrá. Estás ahí porque le interesa tu talento interpretativo.
A partir de este punto de partida, lo más seguro es que continuéis profundizando sobre diferentes aspectos de tu talento y trayectoria artística, de modo que es muy recomendable que prepares bien antes el valor que le puedes aportar, aquello que te diferencia y te hace especial y qué ganaría esta persona trabajando contigo. No esperes a que te lo pregunte o lo sonsaque; demuestra un interés genuino en esta colaboración llevando la iniciativa.
Y, por último, si quiere ponerte en un aprieto para ver como reaccionas, al igual que tus puntos fuertes, también puede preguntarte por tus debilidades. Esto hay que prepararlo antes de cualquier entrevista para salir lo más airoso de la situación. ¡Ya sabes, por si acaso!
Hacia dónde diriges tu carrera
Siéntete libre de hablar de tus aspiraciones, tus sueños y tus preferencias artísticas. Por ejemplo:
- Solo quiero trabajar ante la cámara.
- Mi sueño es hacer algún musical.
- Me encantaría potenciar más “tal” habilidad.
- Me siento un poco encasillado; me encantaría probar cosas nuevas.
En caso de que tengas muy claro que tu trayectoria profesional debería dirigirse en una dirección en particular, déjalo hablado desde el principio. Si no lo expresas por miedo al qué pueda pensar, a la larga solo os generará frustración:
Tu representante, por desconocimiento, no se adaptará a tus necesidades, y tú perderás el tiempo al ver que no se cumplen tus expectativas ni las metas que te habías planteado. Para llegar lejos, tenéis que mirar en la misma dirección
Créenos, tu representante agradecerá este tipo de conversación para evitar malentendidos, de modo que no te compensa esconderlo.
Por otro lado, comentar abiertamente este tipo de cuestiones puede jugar mucho a tu favor: denota que entiendes de este mundillo, que tienes las ideas claras, que te pones retos u objetivos y que son realistas. Es decir, te verá como una persona madura y profesional, y no como un amateur que solo aspira a “cualquier trabajo que pille” o “lo que tú me consigas”
Cómo te promocionas
Lo más seguro es que habléis también sobre tu material artístico. Por ello, aunque está claro que esa persona ya ha visto y estudiado tus fotos, videobook, CV, web, redes y todo lo que le haya llegado, tú tienes que estar preparado para enseñarlo en caso de que lo necesite.
Deberías poder acceder rápidamente a cualquier link de cualquier información desde tu móvil, o incluso llevar una Tablet si la tienes, porque a lo mejor no recuerda algo específico, o le quieres enseñar más sobre alguna habilidad especial, o las reseñas tan positivas sobre tu obra más reciente, o una aparición en prensa o cualquier otra cosa.
También es muy posible que quiera saber cómo te promocionas, de modo que le gustará que le digas cuándo y cómo sueles renovar tu material, cómo haces contactos, qué tipo de contactos tienes (si tienes), y le hagas ver que te mueves todo lo que puedes. ¡Eso suma muchos puntos!
“¿Tienes más preguntas?”
No debes ver esta parte como una trampa, como muchos creen que es, sino como una oportunidad para dejar las cosas claras entre ambos.
Aquí puedes aprovechar para preguntarle sobre su estilo de trabajo, si no lo has hecho ya. “Como me contactarías para avisarme de algún casting?” o “¿Cómo sería la comunicación entre nosotros, tanto en épocas de más trabajo como en momentos de parón?”. Recuerda, las preguntas no solo las puedes hacer en al final, sino también durante toda la entrevista. Esta persona no solo tiene que conocerte a ti, sino tú también a ella, para saber si sois buen fit
También puedes preguntarle algo más personal: “¿Cómo empezaste en esto? ¿Fuiste antes actor/actriz?”. Generará más conexión entre vosotros y te dará, a su vez, valiosa información sobre cuánto tiempo lleva en este negocio.
Aprovecha a hacer preguntas relacionadas con tu promoción que no te hayan quedado claras antes: “Si trabajamos juntos, ¿necesitas que renueve algo de mi material artístico o está bien por el momento?”. Te llevarás buen feedback e identificarás posibles fraudes si insiste mucho en que lo hagas con alguien específico como condición.
Y sobre el contrato: “¿Me podrías explicar cuáles serían los términos del contrato?”. Por lo general, a los actores y actrices os cuesta hablar de los aspectos legales cuando, en realidad, son tan importantes como el resto de temas como el marketing o tus habilidades. De hecho, al hablar abiertamente sobre el contrato ya puedes intuir si esa persona va en serio o no, o la relación va a ser un tanto abusiva y no te beneficia.
Por último, has de asegurarte siempre de saber cuál será el siguiente paso. ¿Va a pensárselo antes de tomar una decisión? ¿La decisión ya está tomada? ¿Le llamas tú? ¿Te llama ella o él? ¿A partir de qué fecha deberías ponerte en contacto si no te ha dicho nada antes?
Y un último consejo que ya nos habrás oído en más de una ocasión: no firmes nada en ese momento. ¡Huye de cualquiera que te ponga en un aprieto! Si este representante es profesional, entenderá que necesitas un par de días para pensártelo.
Tú debes ser el primero que respete tu propio trabajo, no solo se lo exijas a los demás.
Todo lo que te hemos contado en este artículo es una pequeña parte de lo que puedes aprender en nuestro intensivo “Objetivo: Representante”. Acabamos de abrir nuevos grupos para ponernos en seguida manos a la obra, así que, si crees que estás en el momento de conseguir representante, no te lo pienses más y apúntate. ¡No sabemos cuándo volveremos a repetirlo! Te esperamos dentro. 😉