Hagamos saltar la banca
Que fallezcan las contemplaciones
Las tibiezas, las medias tintas;
Los medios rollos y enojos.
Qué gris ni verde agua o color duraznito.
Para las paredes de nuestra casa
Apostemos por estridencias:
Rock, jazz experimental,
Y el sol pegado en la pared con todos sus matices.
Apostemos todas las fichas al negro el 26
Y hagamos saltar la banca.
Así de una.
Quedémonos ciegos, secos
Indigentes, vacíos, casi muertos.
Agotemos los recursos
Que tenemos para amarnos:
Pongamos en el tapete
El café del bueno que tomamos por las mañanas
Y hasta el licor que le agregamos en invierno.
Juntemos un millón de besos
Más uno de caricias –nuevas o usadas-;
El centenar de lunares en mi cuerpo
Más todas las palabras que susurrás
Cuando estás ausente.
Apostemos el millón de millones de expectativas
Que teníamos -tan al pedo- uno del otro
Y cumplámoslas todas.
Apostemos a que venís y todavía te espero,
A que tus pasos al fin se escuchan,
Y puedo ver la línea de tu frente
Como un horizonte viniendo hacia mí.
Que salte la banca y estallen las dudas.
Que hablen de nosotros dos
En el top ten de las noticias.
Que tu corazón y el mío hagan saltar la banca.
El resto que se maneje.
Patricia Lohin
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