Qué solas están las hamacas de la playa en invierno.
Qué solo está el mar en invierno.
Porque la soledad es algo intrínsecamente
vacío
yo, estoy viviendo en ella.
Lame las heridas de este viejo cretino
que se derrumba
al mismo tiempo que los atardeceres,
dando notas de violín agrietado.
Cuando no soy capaz
ni de adoptar un perro
por si se muere.
Danza de sombras
por las habitaciones de la casa
con fantasma sobre la cama.
Qué solo se queda uno
cuando llega la despedida de los amigos
y nos decimos
hasta mañana.
Carlos Gargallo (c)