¿Implica consecuencias la vivencia de un delito?
Si bien la vivencia de un delito no implica necesariamente consecuencias de carácter clínicopsicológico, en muchos casos encontramos en la práctica clínica y forense daños psíquicos derivados directamente del suceso traumático experimentado, síntomas clínicos que adquieren la entidad de lesiones psíquicas.
“Las lesiones psíquicas encontradas en las víctimas deben poder ponerse en relación con los hechos relatados”.
Las lesiones psíquicas son daños clínicos causados por la exposición a un suceso traumático
Generan dificultades de adaptación de la víctima a su vida, alteraciones emocionales del tipo ansiedad y depresión así como síntomas diversos vivenciados como incapacitantes. Los cuadros clínicos más habituales y reconocidos por los Manuales Diagnósticos Internacionales de Salud Mental son el trastorno adaptativo y el trastorno por estrés postraumático.
“Una persona expuesta a un suceso vivenciado como traumático sentirá con el paso del tiempo que ha dejado de ser quien era, la falta de reconocimiento de uno mismo dará pistas sobre el valor de los daños sufridos”.
En todos los casos se debe hacer una valoración del estado mental de la víctima basada en la necesidad de hacer diagnósticos diferenciales así como la vivencia de la víctima del hecho delictivo, en este sentido la epidemiología nos indica que la gravedad de las lesiones tiene relación directa con la percepción y los factores de vulnerabilidad de la víctima, entre otros.
“La capacidad de tolerancia al estrés y de recuperación de la víctima reduce el impacto de la vivencia traumática”.
Cuando sentimos amenazada nuestra vida o nuestra integridad física y psíquica ponemos en marcha todos los mecanismos de los que disponemos para responder al estrés y al miedo, quedando desbordada nuestra capacidad de afrontamiento y de reacción, siendo nuestra respuesta insuficiente en la mayoría de los casos para enfrentarnos a una situación anormal y peligrosa frente a nuestras tendencias defensivas habituales y funcionales.
“El miedo puede funcionar bien como salvavidas en situaciones con alto impacto emocional generando respuestas adaptativas, bien como factor de vulnerabilidad provocando incapacidad y bloqueo”.
Los sucesos traumáticos pueden generar un impacto emocional que si bien podrá ser mitigado y elaborado a través de un proceso terapéutico prolongado en el tiempo, llega a marcar el tono emocional de la víctima a lo largo de su vida.
La Unidad de Atención a Víctimas de delito le recuerda:
- Observe su estado emocional actual y esté alerta frente a sensaciones y experiencias emocionales anómalas.
- Acuda a un profesional de la salud mental que le ayude a reparar los daños emocionales que repercuten en su día a día y le impiden adaptarse a su vida habitual.
- Tenga en cuenta que usted es una persona normal en una situación anormal, los síntomas que padece seguramente sean esperables dadas las circunstancias.
- Asesórese con un buen psicólogo forense sobre la viabilidad de certificar su malestar como prueba de sus lesiones psíquicas.
Escríbenos a: [email protected]
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