—Rápido, abrázame para que nos sorprenda el loco de Javier.
La mismísima Penélope Cruz, después de varios mensajes en Twitter, le había invitado a tomar una copa. Ilusionado, aunque algo reticente, subió a la habitación 303. Era verdad, la actriz de sus sueños más excitantes lo recibía con un picardías.
—Rápido, abrázame para que nos sorprenda el loco de Javier.
—Rápido, abrázame para que nos sorprenda el loco de Javier.