Como seres humanos es muy fácil hacernos dependientes a muchas cosas. Puede ser a una relación, a una actividad, o un sistema que nos de aparente seguridad. Buscamos constantemente una seguridad que en realidad está dentro de nosotros mismos, pero no la hemos encontrado aún. Aquello a lo que nos volvemos dependientes nos da una tranquilidad pasajera, pero si nos falta esa persona, nos sentimos mal; si no tenemos dinero para comprar determinado producto, nos sentimos frustrados y así podríamos continuar con cualquier cantidad de ejemplos. Pero todos ellos nos llevan a un mismo punto: Estamos buscando seguridad en lo superficial. Cuando ciertas circunstancias de la vida nos empujan a iniciar el proceso de conocernos más a nosotros mismos, nos damos cuenta que dentro de nosotros hay más potencial del que imaginábamos. El problema es que desde que somos pequeños se nos ha enseñado a depender de ALGUIEN o de ALGO. Estamos acostumbrados a siempre aferrarnos a algo para mejorar nuestro estado de ánimo. La recompensa debería ser solo una recompensa…o más bien un: RESULTADO, no lo fundamental. Por ejemplo: una relación amorosa saludable debería ser el resultado de tener una relación saludable conmigo misma. Por lo tanto estoy lista para tener una relación saludable con alguien más porque tengo mucho para dar. Una carrera o una actividad debería ser el resultado del convecimiento de mis sueños mezclado con mi potencial en acción…no debería ser algo que gobierne mi vida por completo. Es liberador cuando nos preguntamos si algo o alguien es un tipo de adicción que nos hace sentir bien momentáneamente, pero al poco tiempo nos sentimos más si nos hace falta y lo necesitamos otra vez. Un ejercicio fácil de realizar es definir qué cosas me cuesta o me costaría dejar. Luego, pensar ¿porqué? ¿Habrá alguna carencia en nosotros? Seamos directos y realistas…¿De qué otra forma puedo llenar ese espacio o ese tiempo? Seguramente vendrán buenas ideas a nuestra mente…en mi vida fue reconocer que en primer lugar tenía a Dios quien llenaba todo mi vacío de amor, entonces EL VERDADERO AMOR YA ESTABA EN MI…todo lo demás eran y son bendiciones, regalos y resultados maravillosos.
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¿Qué tan dependientes somos…?
Publicado el 08 julio 2013 por Cynthiazuniga4También podría interesarte :