Monumental e impresionante. Así es la puerta que da entrada a una de las galerías comerciales más famosas del mundo entero. Dicen que Milán no es una ciudad bonita, pero mirando el Duomo y esta maravillosa obra arquitectónica, creo que hay que saberle reconocer estas dos joyas históricas. Yo siempre pienso que con ver el Duomo y la Galleria, ya ha merecido la pena pisar Milán.
Placa en conmemoración de Giuseppe Mengoni
La Galleria Vittorio Emanuele II toma su nombre por el que fuera Rey de Italia (sí, Italia tuvo reyes además de grandes emperadores) y éste fue muy importante ya que fue el primer monarca tras la unificación italiana. Fue diseñada en 1861 aunque tardarían 4 años en aceptar y poner en marcha la construcción. Tuvieron que pasar 12 años de obra a manos del arquitecto Giuseppe Mengoni (a quien le hicieron una placa a la entrada de la galería) para tenerla lista pero mereció la pena, el resultado es simplemente espectacular. Es imposible al recorrer uno de sus pasillos y mirar hacia los muros o sus cristaleras no trasladarte a tiempos lejanos donde los trajes de época resplandecían entre el hierro fundido y el cristal.
Galleria Vittorio Emanuele
Galleria Vittorio Emanuele II
En su día, fue una gran inspiradora para las siguientes galerías comerciales que se hicieron en Europa, por ejemplo la que se puede encontrar en Bruselas, o en París o en Londres. La de Milán es de las más grandes y fue la primera que introdujo el término “Galería” a este tipo de recinto, así que algo la debemos.Para los italianos es el “salotto di Milano” (el salón de Milán) y es uno de los lugares en los que encontraréis tiendas de gran lujo. Digo uno de los lugares porque, como sabréis, para comprar en firmas de lujo Milán es una ciudad más que señalada. Prada, Gucci… no veréis una ubicación más bonita para dichas marcas.Cuando entréis a ver la Gallería, hay algunas curiosidad en las que debéis deteneros: (es un espacio público y no se paga por entrar, vida cultural low cost total!!)
- La Galleria Vittorio Emanuele II tiene forma de cruz así que tiene 4 pasillos espectaculares.
- En la zona central de la cruz encontraréis en las paredes unos pintados que representan distintos continentes. (Sólo hay cuatro así que se comieron uno pero yo no me puse a mirar detalladamente cuál fue el olvidado)
- En el
Toro de Torino en el suelo de la galería
suelo podréis encontrar los dibujos insignia de algunas ciudades importantes italianas. Yo he visto que recuerde dos: la loba de Roma y, por supuesto, el toro de Torino. Para los que no hayáis estado en Torino o Turín os descubriré que el símbolo de esta ciudad es el toro, de hecho, en una de sus plazas hay en el suelo el dibujo de un toro y la tradición indica que para tener mucha suerte debes poner tu pie sobre los testículos de dicho dibujo de toro y dar tres giros sobre ese pie. Yo estuve en Torino el año pasado y di mis tres vueltas, ya sólo me falta aquí en la galería ya que también hay realizar dicha tradición de la suerte. En concreto dicen que debe hacerse en nochevieja cuando dan las 12, pero lógicamente, sería imposible. Lo que os hará gracia es que de tantísima gente que pasa por allí y tantísima gente que a lo largo de los años ha girado sobre los testículos del toro, esa parte está desgastada y el suelo tiene un gran agujero. Cuando veáis la galería, esperad a que os dejen, haced las tres vueltas y la foto de rigor.
- En la Galleria se encuentra uno de los restaurantes de más prestigio de toda la ciudad. Su nombre es “Savini” y si tenéis el monedero lleno de billetes, degustad una cena y nos contáis que tal. Yo jamás iré me temo.
Restaurante de lujo Savini
- Otro de los edificios históricos que se pueden encontrar es uno de los hoteles más lujosos de Milán. El “Town House Galleria” sólo está al alcance de unos pocos y no quiero ni sabes cuánto puede llegar a costar la suite una noche con vistas a la galería. Otra de las cosas que nunca descubriré.
Bar Campari
Terraza Bar Campari
- Por último, no os marchéis sin ver el Bar Campari. La bebida alcohólica Campari es tan histórica en Italia como este bar en Milán. Se llama el “Camparino” y se abrió en 1951. Fue bombardeado como lo fue parte de la Galleria durante la II Guerra Mundial, y los que vengan ahora a la ciudad estarán de suerte porque llevaba una época cerrado por reestructuración y hace poquito que lo han vuelto a abrir. Es un sitio ideal para tomar un aperitivo aunque de precios no puedo hablaros porque no me acerqué a mirar.
- Por último, en la misma galería encontraréis la librería Bocca e Rizzole y el Caffé Biffi, cuyo dueño era el panadero del Rey. Dos lugares históricos que ver antes de ir al siguiente monumento.
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