Buenos días a todas (sin excluirles tampoco a ellos…),
Yo me casé el año pasado. Es increíble cómo pasa el tiempo…ya va a hacer un año desde que me casé. Recuerdo que pensé que la organización de la boda iba a ser algo muy sencillo. Tenía clarísimo el sitio, el Palacio de Montarco. ¡No podía ser de otra manera (y eso que yo soy de Pamplona). Sin embargo, me sentía más en “casa” en Ciudad Rodrigo que en Pamplona. A mis padres les pareció estupenda la elección (les encanta). Así que me tomé las cosas con muuucha calma. Le decoración la iba a organizar Alberto, mi futuro marido, con Carmen (el “alma mater” del Palacio), que es la mejor en estos menesteres. ¿Qué me quedaba entonces? EL VESTIDO. Pensé que sería algo muy fácil, siempre he tenido las ideas muy claras. Una de mis pequeñas obsesiones era convertirme en alguien a quien mi futuro marido reconociera como “su chica”. La naturalidad era “un must”.
¡Nada más lejos de la realidad! me puse a mirar en Internet para hacerme una idea de tendencias, de modas, de estilos…¡y nada me convencía! Leía blogs de diseñadores, miraba desfiles de bodas… y sentía que todo aquello quedaba fuera del alcance de mi bolsillo y de mi realidad. Mucha información y poco criterio para escoger… aparte de que tampoco yo disponía de mucho tiempo (entre el trabajo y demás) para pasarme horas viendo fotos. Y empecé a “sentir un verdadero agobio”. A 4 meses de la boda y yo sin vestido. ¿Estáis pasando por esa situación?
Sin embargo, sin darme cuenta, fue teniendo cada día más clara la idea no sólo de lo que no quería, sino lo más importante, de lo que quería. Algo romántico, campestre, sin que fuera recargado.
Una de mis elecciones era una diseñadora francesa llamada Delphine Manivet. Mirad algunos ejemplos:
Este es muy sexi…
Una línea más romántica…
Absolutamente campestre…
El de la silleta os confieso que era mi preferido…romántico, original, con un punto vintage que le iba a la estética del palacio a la perfección.
Otro de los diseñadores que me entusiasmaron, y además española, fue Cortana:
Sensual pero discreto… muy apropiado para una novia romántica…
Diseño muy original…¿un poco descarado? pero no deja indiferente a nadie…
Pues bien, al final no escogí ninguno de los dos. Quizá no me lancé al atrevimiento… porque me quedé con un diseño de Rosa Clará que me parecía un poco el compendio de todo lo demás…
Os mando unas fotos de mi vestido. ¡¡Por fin lo logré!! y me vi realmente yo.
La ceremonia civil fue en el claustro… ésta foto se tomó desde una de las ventanas de la galería superior.
¿Veis el detalle de la espalda? es un palabra de honor con un tul de seda de manga larga que dejaba la espalda al aire…
La parte delantera era muy sencilla. Lo que yo buscaba…Y sugerente, con las transparencias.
Y una enorme cola… ¡eso sí que era imprescindible!
En fin, espero que esta experiencia mía os haya podido orientar en la búsqueda del vestido. Es decir, mi consejo, id de lo general a lo particular. Y sobre todo, ¡no perdáis la esencia de quienes sois! Vuestro futuro marido se ha enamorado de la mujer con la que comparte su vida a diario, no de la “princesa del cuento de hadas” que apenas reconoce en su chica.
Un abrazo enorme de Mirentxu