Pero esta vez, por los pelos...
El tema está fatal.
Con una izquierda y derecha tradicionales hundidas, los extremos subiendo como la espuma, un voto sin convicción y de repulsión a la extrema de derecha y una abstencion de un 28%... el futuro no pinta como lo pintan.
Eso sí, ¡qué alivio!
Nos esperan manifestaciones a tutiplén. Al tiempo.