Este quejigo descrito por Boissier es considerado por algunos autores como una simple raza o ecotipo de Quercus faginea Lam. ,adaptada a las extremas condiciones de ambiente de montaña mediterránea en el que habita , y otros autores la consideran una subespecie de este Quercus faginea subsp.alpestris( Boiss). Maiere.
Entre otras carecteres se diferencia del quejigo común ( Quercus faginea) por sus hojas correosas , abarquilladas ,con nervios y dientes irregulares. Al igual que los demás quejigos pues también es de hojas marcescentes.
Vive en terrenos calizos y dolomíticos por encima de los 1700m de altitud , a veces compartiendo hábitat con el pinsapo (Abies pinsapo Boiss) , arces y otros caducifolios, o bien en esas mesetas de montaña de forma dispersa o aislada sobresaliendo entre piornos y las sabinas rastreras( Juniperus sabina ).
Pero la realidad es que se trata de un peculiar árbol y taxon endémico utilizando criterios de la descripción de Boissier sería exclusivo de las cumbres de la Sierra de Las Nieves ( Cabezudo 2004) (1),y que actualmente no pasaría del millar de ejemplares en estado natural , una sola población fuertemente amenazada.
Aparece protegido por la ley como en Peligro de Extinción en Andalucía y catálogo de España 2008 ( EN) .
La verdad es que resulta sorprendente el encontrarse con estos peculiares y centenarios árboles en esas cumbres. Después de ascender por ese espectacular pinsapar, cuando parece que llegas a la cumbre y que lo has visto todo dejando atrás al pinsapo, de repente te encuentras sobre una rocosa meseta y aparente dehesa formada por “esculpidos” ejemplares de este quejigo.
Referencias :
- Cabezudo “B . Quercus alpestris” en Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España ADENDA 2008.
- López Gonález G. Los Árboles y Arbustos de la Península Ibérica y Baleares TomoI Mundiprensa 2006.