Erase una vez un gusano cuyo sueño era llegar a ser una gran serpiente. Pese a que ya le habían dicho que para él, eso era prácticamente imposible, el estaba segurísimo de que era eso lo que mas quería en el mundo, y por ello, lo que más le convenía. Quería ser grande, ser un gran depredador, y que los otros animales le mirasen con miedo. Quería ser la mayor serpiente que nunca había reptado por los alrededores.Eso es lo que quería.
Pero con el paso del tiempo, se fue dando cuenta de la imposibilidad de su deseo, hasta que tuvo que asumir convertirse en capullo, para transformarse en mariposa, animal que no deseaba ser.Pero nada mas salir de la crisálida, y verse con alas, y lo bonitas que eran, reconoció que estaba equivocado al empeñarse en ser serpiente.
Y así se fue nuestro gusano, volando sobre todos los animales, mostrando sus alas a muchas serpientes de las cuales, algunas, se morían de envidia y soñaban con llegar a ser mariposa, pensando que eso era lo mejor para ellas.