Con mis últimas migajas de energía quería hablarte. Quería hablarte por última vez aunque los fuertes latigazos fustiguen mi ser. Creo que ya ha llegado mi hora. Llevo días sin poder ser yo, sin poder hacerte la vida más llevadera. Ya no respondo a tus llamadas. Ya no soy capaz de sentirme en tu interior. Ni siquiera sé si esto te llegará o si estaré desperdiciando mis últimas energías para conseguir a cambio un final más acelerado. Nunca quise acabar así, siempre quise permanecer a tu lado, en ese rincón de comprensión sensible que ahora está vacío, como los gritos sordos que he lanzado al vacío de tu ser durante todos estos largos y cruentos años… No he llegado a conocerte, te he sentido, pero no te he contemplado más allá de lo que tienes aquí. Y es un panorama desolador. Soy la última superviviente en esta guerra fratricida. Pero al fin y al cabo, soy parte de ti. Y si soy capaz de decirte todo esto, tal vez sea un motivo que lleve a pensar que no estás tan hueco, tan vacío como parece. Que sientes y que padeces. El problema soy yo. Es mi muerte. Mi fracaso como parte de ti. Tu fracaso. Nuestro fracaso. Partes que asesinan partes. Todos que mueren, incompletos. Una sopa de letras hueca, con vacíos devorados que jamás podrán ser devueltos al lugar donde proceden, la oscuridad.
Quería decirte. Quería decirte que has acabado conmigo. He acabado conmigo. Y estoy desenlazando algo que se predecía pero donde cabía la posibilidad. Esa probabilidad ya es nula. He sido devorada por eso. Por aquel sorbo de alcohol que penetró en tu hígado al amanecer. Seguramente esto no llegue a ningún puerto. Los médicos pretenden reavivar lo imposible. Las descargas cada vez son más feroces. No creo que logres esbozar una sonrisa más. Al fin y al cabo, este es nuestro dantesco desenlace. Algo tan banal como absurdo. Quería decirte… Que aunque no lo sepas, he estado aquí. Batallando contra tus deseos de aniquilarme. Batallando contra las copas que bebías cada noche, y que se llevaban a mis hermanos. Quería decirte… Que pensaré en ti.
Atentamente,
Tu última neurona.