Lissy vio la luz por primera vez una tarde de septiembre hace diecisiete años en un momento más bien deprimente de la historia de su país. Su madre jura y perjura que al abrir los ojos por primera vez eran azules pero los años han ido menguando ese color hasta convertirlo en un marrón muy parecido al café cubano que tanto le gusta y añora. Si, porque Lissy nació en esa cadenciosa isla del Caribe, CUBA y no hay día que no extrañe su mar y los olores de su tierra.Descubrió la magia de los libros a los siete años, cuando esperaba a que su abuela se quedara dormida durante la hora de la siesta para escabullirse de su lado y esconderse en un rincón apartado donde nadie la pudiera encontrar. No, no penséis que le tenían vetada la lectura. Lo que sucede es que para Lissy, leer es un acto de intimidad, un ritual catártico que le permite estar en paz consigo misma y no permite que nadie profane ese vínculo inexplicable que ha ido forjando a lo largo de los años. Comenzó a escribir a los ocho años en un cuaderno que quedó olvidado debajo de su cama. A los nueve dedicaba más tiempo a redactar todas las ideas que asediaban su cabeza que a hacer los deberes del colegio. A los trece se enamoró de un profesor (un chico de dieciocho años) y dedicó su primer poema a un amor platónico. Lissy llegó a España una tarde de abril hace tres años. Era de noche en el momento en que se despidió de su isla y por lo tanto guarda un sabor amargo de ese último desencuentro porque Lissy odia la oscuridad. Ese día se convirtió en una exiliada y por primera vez aprendió el verdadero significado de la palabra libertad. Las personas no aprecian el valor de poder decir lo que se piensa sin que nadie te lo prohiba, pero Lissy si, porque ella sabe lo que es vivir ¨sometido¨ sin nisiquiera ser consciente de ello. Extraña su tierra, su gente, el ritmo natural y pausado que lleva la vida allí, pero como diría Rubén Blades ¨ la patria no la definen los que suprimen a un pueblo¨ Es adicta al chocolate, odia las agujas y le encanta escribir cartas a sus amigas. La música ha formado parte de su vida desde siempre y por lo tanto no concibe la idea de su ausencia en ella. Disfruta igual de un violín que de un tambor aunque siempre preferirá la guitarra.Le encanta Isabel Allende y le deprime Albert Cohen (quizás sea que todavía no tiene edad para leerlo)Lloró con ¨ La dama de las camelias¨ y no paró de reir con ¨ Perdona si te llamo amor¨ Adora a Bocelli y le encanta Orishas. Su fruta favorita es la guayaba y le encanta el dulce de leche (sobretodo si lo ha hecho su abuela)De pequeña quería ser bailarina clásica y su ballet favorito es El lago de los cisnes.Su poetiza favorita es Dulce María Loynaz y le encantan las obras del pintor Cosme Proenza.Su película favorita es Casablanca y algo que nunca falta en su habitación son cajas. ¿Qué esconde en ellas? Nadie lo sabe...
¿Quién es Lissy?
Publicado el 21 marzo 2011 por LissyLissy vio la luz por primera vez una tarde de septiembre hace diecisiete años en un momento más bien deprimente de la historia de su país. Su madre jura y perjura que al abrir los ojos por primera vez eran azules pero los años han ido menguando ese color hasta convertirlo en un marrón muy parecido al café cubano que tanto le gusta y añora. Si, porque Lissy nació en esa cadenciosa isla del Caribe, CUBA y no hay día que no extrañe su mar y los olores de su tierra.Descubrió la magia de los libros a los siete años, cuando esperaba a que su abuela se quedara dormida durante la hora de la siesta para escabullirse de su lado y esconderse en un rincón apartado donde nadie la pudiera encontrar. No, no penséis que le tenían vetada la lectura. Lo que sucede es que para Lissy, leer es un acto de intimidad, un ritual catártico que le permite estar en paz consigo misma y no permite que nadie profane ese vínculo inexplicable que ha ido forjando a lo largo de los años. Comenzó a escribir a los ocho años en un cuaderno que quedó olvidado debajo de su cama. A los nueve dedicaba más tiempo a redactar todas las ideas que asediaban su cabeza que a hacer los deberes del colegio. A los trece se enamoró de un profesor (un chico de dieciocho años) y dedicó su primer poema a un amor platónico. Lissy llegó a España una tarde de abril hace tres años. Era de noche en el momento en que se despidió de su isla y por lo tanto guarda un sabor amargo de ese último desencuentro porque Lissy odia la oscuridad. Ese día se convirtió en una exiliada y por primera vez aprendió el verdadero significado de la palabra libertad. Las personas no aprecian el valor de poder decir lo que se piensa sin que nadie te lo prohiba, pero Lissy si, porque ella sabe lo que es vivir ¨sometido¨ sin nisiquiera ser consciente de ello. Extraña su tierra, su gente, el ritmo natural y pausado que lleva la vida allí, pero como diría Rubén Blades ¨ la patria no la definen los que suprimen a un pueblo¨ Es adicta al chocolate, odia las agujas y le encanta escribir cartas a sus amigas. La música ha formado parte de su vida desde siempre y por lo tanto no concibe la idea de su ausencia en ella. Disfruta igual de un violín que de un tambor aunque siempre preferirá la guitarra.Le encanta Isabel Allende y le deprime Albert Cohen (quizás sea que todavía no tiene edad para leerlo)Lloró con ¨ La dama de las camelias¨ y no paró de reir con ¨ Perdona si te llamo amor¨ Adora a Bocelli y le encanta Orishas. Su fruta favorita es la guayaba y le encanta el dulce de leche (sobretodo si lo ha hecho su abuela)De pequeña quería ser bailarina clásica y su ballet favorito es El lago de los cisnes.Su poetiza favorita es Dulce María Loynaz y le encantan las obras del pintor Cosme Proenza.Su película favorita es Casablanca y algo que nunca falta en su habitación son cajas. ¿Qué esconde en ellas? Nadie lo sabe...