Los establecimientos comerciales y los sin fines lucrativos tienen que registrarse en Fifa para obtener licencia de transmisión en locales públicos
En una decisión inédita y también absurda, la Federación Internacional de Fútbol y Atletismo (Fifa) ha informado en su sitio que los establecimientos públicos con o sin fines lucrativos tendrán que registrarse para solicitar una licencia de exhibición de los juegos de la Copa del Mundo.
A los establecimientos comerciales se les exigen también el pagamiento para la transmisión de los juegos. Más allá de eso, caso obtengan la licencia de Fifa, tendrán que pedir lo mismo por mail (que va a ser divulgado) al canal oficial. Los que irrespetaren podrán ser procesados. En Brasil, por ejemplo, la Asociación de Bares y Restaurantes informó que podrá solicitar en la justicia el derecho gratuito de transmisión, por considerar que la televisión es un bien público de los ciudadanos.
Opinólogo.com ha accedido a sitios de búsquedas en la web y constató que entre los grandes medios de comunicación del mundo solamente algunos lo están informando esto.
En la página de Fifa hay un bello mensaje que intenta confortar los lectores, antes de la sorpresa en el final del texto, afirmando que: "Todas las razas, todas las religiones y todas las nacionalidades celebraron una fiesta grandiosa, pacífica y llena de alegría. Así es como el buen Dios se imaginó el mundo" (al referirse a la Copa de 2006 en Alemania). Y, que los juegos del 2010 en Sudáfrica también será una fiesta.
Los valores serán cobrados conforme la capacidad de los establecimientos. Si las compañías, por ejemplo, desean solicitar para sus sucursales, el coste será basado en el total de clientes. Las solicitudes son individuales. Abajo está la tabla de precios:
Con menos de 1.000 personas: mil dólares americanos.
De 1.000 hasta 4.999 personas: dos mil dólares americanos.
De 5.000 hasta 9.999 personas: cuatro mil dólares americanos.
De 10.000 hasta 19.999 personas: ocho mil dólares americanos.
Con 20.000 personas o más: catorce mil dólares americanos.
Exigir una tasa para transmitir los juegos es lo mismo que limitar los derechos gratuitos de información y libertad de expresión. Hay también dos problemas: el primero: esto se podría perjudicar a los patrocinadores de la Copa, que invisten en publicidad, pues si determinados establecimientos optan al no exhibir los juegos, sus marcas no podrán ser vistas por tanta gente; en según lugar, si obtienen la licencia, ¿quién va a costear la Copa del Mundo?: Los clientes, pues seguramente estos van a pagar más caro en todo lo que consumieren para que puedan tener el derecho a la entretención.
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