¡Y aquí vuelvo con la segunda entrega de los consejos para escritores! Ésta vez os traigo los de otro genio de las letras y nuevamente uno de mis escritores favoritos: Ernest Hemingway. He conocido grandes detractores de éste hombre, y grandes admiradores. Lo que sí es seguro es que no deja a nadie indiferente y sabía muy bien lo que se hacía.
Siempre se resistió a dar consejos sobre escritura ya que según él "Arranca lo que quiera que las mariposas llevan en sus alas, o la estabilidad que las plumas le otorgan al halcón cuando vuela." - Consideraba que daba mala suerte.
Aun así, en sus últimos años de vida dejó grandes consejos y artículos donde nos demostraba por qué es uno de los grandes.
"Antes de actuar, escucha.
Antes de reaccionar, piensa.
Antes de gastar, gana.
Antes de criticar, espera.
Antes de renunciar, inténtalo."
¿Quieres saber los trucos y consejos de éste amante de los gatos para entrar en contacto con las musas?
Pulsa en el lazo para leer más. Te los contamos.
1) Escribe la frase más cierta que conozcas. Para escapar del bloqueo habitual que sufren todos los escritores, Hemingway solía decirse "No te preocupes. Ya has escrito antes, y volverás a hacerlo. Todo lo que tienes que hacer es escribir una gran verdad. La frase más cierta que conozcas." Si empezaba a escribir como que alguien fuera a presentar algo, a explicarlo, lograba escapar de ese vacío de ideas porque estaba tratando de contar algo que él mismo había oído o leído en alguna parte. Por eso prefiere saltarse los ornamentos y las frases extremadamente cuidadas para ir directamente a la verdad, a la información, lo que interesa.
2) Deja de escribir cuando aún sepas cómo te gustaría continuar. En esto se contrapone a las creencias de otros escritores. En un artículo donde le pedía consejo una joven escritora, Hemingway dijo: "Para cuando sepas que vas bien y tengas una idea de cómo continuarlo. Si lo haces así cada vez que escribes una novela nunca te quedarás bloqueada. Es el mejor consejo que puedo darte."
3) Nunca pienses en tu historia cuando no estás trabajando en ella. Eso solo consigue que estés cansado antes de empezar y cuando quieras ponerte a ello no sepas ni por dónde cogerlo. Lo ideal, para Hemingway, es ignorar tu obra mientras no estás escribiéndola y dejar que el subconsciente trabaje por ti. "He aprendido a no dejar que se vacíe el pozo de mi escritura, a dejarlo siempre que aún quede algo en el fondo, y permitir que vuelva a llenarse por la noche con los manantiales que lo alimentan."
4) Retoma tu obra volviendo a leerte. Lee lo que llevas trabajado antes de empezar. Así corregirás errores y lo tendrás todo reciente, listo para continuar. Cuando se vuelva demasiado extensa y no puedas permitirte hacer este ejercicio todos los días, relee únicamente los últimos capítulos. Este ejercicio ayudaba a Hemingway a no dejar cabos sueltos y vivir completamente inmerso en la obra que escribía.
5) No describas emociones: Créalas. "Observar al detalle la vida cotidiana es fundamental para una buena escritura". No te conformes con lo que ves o escuchas, intenta identificar y sentir cada emoción. Si puedes encontrar la acción o sensación que causó cada emoción que tiene lugar en tu historia, tus lectores también serán capaz de emocionarse y sentirlo contigo. No es lo mismo escribir un artículo para un periódico que pasar a la verdadera acción. Hemingway confiesa que trabajaba mucho en encontrar esas emociones para que el lector pudiera involucrarse por completo en la historia.
6) Usa un lapiz. Aunque ahora que la mayoría escribimos en un formato digital... pero su explicación sigue aplicándose a los métodos de hoy en día: Necesitas poder corregir tu obra en todo momento. "Cuando has terminado de escribir tu idea, necesitas transmitírsela al lector. Eso significa volver sobre lo que has escrito. Al escribir con un lapiz obtienes tres diferentes puntos de vista: Primero, el que tú tenías. Después, una vez escrito, tienes la oportunidad de mejorarlo. Y la tercera es para volver a corregirlo y tratar de alcanzar por fin a tu lector. Además te obliga a concentrarte en esa escena por más tiempo, por lo que las ideas fluirán con más facilidad."
7) Se breve. Hemingway era muy contrario a ponerse a teclear y no saber cuándo parar. No le gustaban las grandes descripciones, le gustaba ir al grano y que sus lectores sepan concentrarse en lo verdaderamente importante, que es la historia. Algo así dijo una vez cuando escribía a su editor: "No fue por accidente que la dirección de Gettysburg fuera tan corta. Las leyes para la prosa son tan inmutables como las leyes aéreas, de las matemáticas y de la física."
Para la próxima entrada os presentaré al primero de los blogs que se ha unido a nuestra campaña... ¡Mofeta ya está patas a la obra!