Dormida veía el reflejo,
De mis sueños impacientes,
Escondidos en cajitas de cristal.
Oía el palpitar de mi alma,
Nadando en mares de agua salada,
Corría desnuda de secretos,
Abrazaba a la brisa de un verano.
Vestía flores de colores
Impregnando de aroma
Y de pétalos mi cabello.
Desataba nudos de libertad,
Que ataban con fuerza
La verdad de los pensamientos.
Cantaba en voz alta
Gritando cada uno
De cien sentimientos.
Sigue leyendo...