Después dejó inexplicablemente de llover a pesar de las nubes negras que nos acompañaban. Supongo que será porque esto es Galicia, tierra de meigas.
Paramos a tomar calentarnos el cuerpo con algo caliente en Palas de Rei para luego inmiscuirnos en la parte más bonita de la etapa. Caminos de tierra rodeados de bosques de eucaliptos nos acompañaron a partir de entonces, al igual que los contínuos sube-baja gallegos.
Ahí avanzamos hacia Melide para volver a entrar en un paisaje semejante al anterior. Y por supuesto con muchos más toboganes que nos rompian el ritmo y las piernas.
Así llegamos a Arzúa, con ganas de llegar ya a los pies del Santo que nos bendecirá mañana.
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Ubicación:Carretera Santiago-Guntín,Arzúa,España