A la izquierda del Paseo de San Sebastián podemos ver el Quiosco de la Música, dentro de lo que hoy se conoce como Parque Grande José Antonio Labordeta. Es el único pabellón que queda de la Exposición Hispano-Francesa de 1908, en conmemoración al centenario de la guerra de la Independencia. Se montó inicialmente en la Plaza de los Sitios, con el tiempo se trasladó al Paseo de la Independencia cuando todavía era un bulevar, hasta que se instaló en su actual emplazamiento.
Sin duda lo más hermoso de esta construcción es el forjado de fundición que lo sostiene.
Es curioso comparar imágenes de monumentos como este, a través del tiempo.