Quisiera no pensar tanto en delicadezas y quejarme por las cosas que me esfuerzo en conseguir. Hablar claro y sin vueltas, directa y fría. No pedir permiso y seguir con todas mis fuerzas. Porque sé que tengo valor. Pero falta algo, falta desubicarme.
Porque si me ubicara en el lugar que me dejan no llegaría a nada. Sería silencio y sumisión, calma y belleza pura. Así que me niego contra las etiquetas que me tatúan la piel y me manchan, me niego a aceptar que solo soy eso y no más.
Debo desubicarme.
Comenzar a romper los mapas y evitar las comparaciones. Porque yendo por el camino correcto todo parece sobrar, ser inutil. Me siento invisible y chiquita. Mi ubicacion me disgusta y me enoja.
Ojala pudiera quitarme todo lo que he aprendido, lo que controla mi inconsciente y lo limita. Putear, gritar y llorar cuando pueda con todos los sentimientos a puro color. Porque uno desubicandose a veces encuentra su lugar en el mundo y no ese en donde nos ubicaron por orden divino del estereotipo.