Ya no hago berrinches... digamos, berrinches con pataleta. Sin embargo a veces, cuando me enojo o me pongo triste, me estaciono ahí un rato.
Es normal. Pero creo que se puede evolucionar al "no estacionamiento". Sentir la tristeza, sentir el enojo; dejar que pasen. Yo todavía las retengo en el ejercicio sinsentido de tener la razón en lo que más bien habría que pensar qué conviene.
Silvia Parque