Hay veces que compro un ingrediente con la idea de hacer una receta que ví en algúna revista o libro y luego acabo haciendo algo totalmente distinto. Es el caso de este rape.
Compré dos rapes de ración en la pescaderia pensando en hacerlos con la típica receta de "rape alangostado" donde se reboza en pimentón y una vez cocinado se presenta en rodajas. Algo que tengo ganas de probar, pero de momento queda pendiente.
El caso es que tenía en el congelador unas poquitas gambas que me sobraron de otra receta. Un paquete pequeño de esos que cada vez que abres el congelador te lo encuentras y ya te empieza a aburrir. Así que tomé la decisión de sacármelo de encima.
Mientras abría los rapes para eliminarles la espina central, pensé: vale, los relleno con las gambas y qué? cómo los sirvo?
Y ahí me vino la idea de envolverlos con una mantita de bacon. Así mantendría el relleno dentro y el rape quedaría jugoso.
Pero ya lo que hizo que la receta resultase maravillosa, fue la salsa de anacardos que hice similar a una salsa romesco pero con lo que tenía en casa.
RAPE AL HORNO CON SALSA DE ANACARDOS
Ingrs. para dos personas
2 rapes pequeños (de ración)70 grs. de gambas peladas200 grs. de bacon en lonchasaceite oliva virgen extrasal
para la salsa:
2 cucharadas de anacardos3 dientes de ajo2 rodajas de pan del dia anterior1 cucharada de pulpa de pimiento choricero100 ml. de caldo de pescado 1 cebolla pequeñaperejil
A los rapes, además de las cabezas, les quité la espina central. Con ambas cosas, elaboré un caldito concentrado, aprox. 100 ml.
Les puse un poco de sal y rellené cada rape con la mitad de las gambas peladas.
Envolví cada pescado con unas lonchas de bacon ahumado y até con un cordel.
Un chorrito de aceite por encima y al horno precalentado durante unos 10 minutos a 180ºC calor arriba y abajo.
Mientras preparé la salsa. Freí el pan, los ajos laminados y los anacardos en abundante aceite.
En una sartén puse la cebolla picada a pochar. Añadí la cucharada sopera de pulpa de pimiento choricero y rapidamente aparté del fuego. Añadí abundante perejil picado.
En la batidora de vaso, puse el pan, los anacardos, los ajos y el contenido de la sartén y trituré.
Añadí el caldo de pescado hasta que tuvo la consistencia que buscaba, es decir, bastante espeso. Calentamos y reservamos.
Cuando veamos que el bacon que cubre el pescado empieza a tomar color, es la señal de que el pescado está listo. No nos interesa que se seque, así que no lo cocinemos en exceso.
Para servir, ponemos un poco de salsa de anacardos en el plato y sobre ella, el rape. Servimos con unas patatas cocidas en rodajas, arroz, etc.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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