Revista Ilustración
Hay veces, en las que sé que me estoy tirando de cabeza al infierno y, aún así, salto y sigo, y dejo resbalar al corazón a toda hostia como si no hubiera mañana, como si a mis ganas no les hubieran puesto frenos de serie, como si todo el amor del mundo fuera a caer por un abismo, y yo, quisiera correr a su lado para enterrarme con él.
Esos días, ya no le temo al vacío de tus ojos, porque sé que, ya he muerto tantas veces en tu cama que, tocarte, quererte y follarte, sue solo el preludio del sucedáneo de herida que has abierto en mi cabeza.
No es nada,un rasguño al ego,sobreviviré._
Adelaida Guasch