Un país sin economía, sin mercado, sin competencia; me atrevería a decir que hasta un estado sin sistema político definido (porque aquí no hay ni capitalismo, ni socialismo, mucho menos comunismo; aunque los políticos “digan” cualquier cosa). Fidel le dejó un país estructurado donde la estabilidad gubernamental depende de la violación y represión ciudadana. Un país con dos monedas, pero en realidad sin ninguna reconocida internacionalmente, una deuda multiplicada por millones durante todos los años de “revolución”. Fidel le dejó a su hermano un grupo de políticos arcaicos, obsoletos, caducados y envejecidos mental y físicamente; de los cuales Raúl ha logrado deshacerse de algunos, pero aún quedan muchos. Raúl se encontró una industria azucarera legendaria en ruinas, un pueblo “vago”, viciado, estancado. Chocó con Carlos Lage, Carlos Valenciaga, Felipe Pérez Roque y gentuza de esa calaña. Fidel le heredó un oratorio que le ha quedado muy grande, y a su vez no le dejó nada de carisma.
Está claro. Raúl Castro nunca haría nada en contra de su hermano. Ellos se pasan noches y madrugadas enteras planeando, pensando y urdiendo estrategias para el país. Todo lo tienen perfectamente milimetrado: “Reforma migratoria días antes de las elecciones, introducir lentamente a Mariela Castro en la política, mecanismos de dominio de Latino América mediante Venezuela…” No se crean ni por un segundo que estos dos señores no están “funcionando”. Todo lo tienen pensado.
Raúl es más práctico pero menos magnánimo, más realista y menos soñador, más de hacer y menos de decir (aunque hace poco). Raúl sencillamente no es Fidel, y hasta que su hermano no muera no hará ningún cambio significativo que contradiga la política que trazó su consanguíneo.
En mi opinión personal él no quiere ser presidente, ya está mayor, quiere descansar. Pero Fidel le dejó la “papa caliente” y tiene que asumir.
Independientemente de mi ideología política puedo decir: Si Raúl lleva junto a Fidel los mismos años de revolución, ¿por qué no planteó antes esos “cambios” tan necesarios para el país con los que hoy hace bandera? Repito, todo lo tienen pensando.
Ahora que el primo Hugo Chávez está incapacitado políticamente, estos dos señores no descansan ni un segundo tramando una escapatoria, y lo tienen bien complicado. Cuba sin Venezuela será como el parásito sin un generoso amigo, será como la pulga sin perro; entonces regresaremos a principios de los 90s, con opción cero.
Ahora la “papa caliente” que le dejó Fidel está más caliente que nunca: quema, hierve. Opositores jóvenes por todo el mundo hablando hasta por los codos, el país con su inmovilismo clásico pero más improductivo que nunca, Venezuela retirando los cañones de la isla, la credibilidad internacional va en picado, un pueblo sin cultura política pero con “cultura repetitiva” (lo cual puede ser contraproducente para cualquier cambio vecino). En fin, pronto estaremos viendo una colisión interna o lo que yo llamaría “el puré de papa”.