Para ti, que ofreces un puesto de trabajo en tu empresa. Presta atención, que te interesa ^_^
LO QUE SOY
-Capaz de atender al cliente de forma presencial, por teléfono o por e-mail en castellano y/o en inglés de forma educada, correcta y eficaz.
-Echá palante. Vamos que no me da miedo la atención al público, aunque sea de esa gente desagradable que lo único que trae son quejas y reclamaciones.
-Responsable y seria cuando hablamos de trabajo. Me gusta mucho trabajar sola, pero soy agradable y estoy perfectamente capacitada para el trabajo en equipo.
-Puntual y formal. Jamás he llegado tarde a ningún sitio, y mucho menos a trabajar. Tampoco soy de las que se dan de baja si les pica una teta.
-Buena vendiendo. No importa si curro para una charcutería que para Opel, que siempre consigo que el cliente se vaya feliz, contento y sin dinero a casa.
-Lista. Soy lista, que no quiere decir inteligente. Lo que no sé hacer, lo aprendo rápido.
-Buena con los ordenadores, en general. Puede que no sepa programar y tenga nociones básicas acerca del diseño gráfico, pero tengo buen gusto, tecleo muy rápido y además sé apañármelas muy bien con internet y los programas de ofimática. Me sentiría cómoda trabajando para revistas virtuales, moderación de foros, webs y blogs corporativos, etc. Ah, y no cometo faltas de ortografía ni de gramática: tus córneas y la de tus clientes lo agradecerán.
-Creativa y original. Me gusta seguir mis propias ideas y siempre encuentro la forma de resolver cualquier imprevisto o problema sin ponerme nerviosa.
-Culta. No me preguntes los nombres de los reyes godos que de historia ando poco ducha, pero tengo criterio y soy de confianza. No soy una ceporra: las monjas me enseñaron muy bien.
-Leal. Si trabajo para una empresa, yo por mis jefes y por defender nuestro producto MA-TO. (Por favor, olviden este chascarrillo los que consideren que citar a Belén Esteban es de ser una ceporra)
-Malagueña, y me gustaría a ser posible seguir siéndolo. O sea que no me iré a currar a Cuenca ni trabajaré para una empresa extranjera, a no ser que se me permita currar desde casa.
LO QUE NO SOY
-Un borrego, aunque me gusten mucho las ovejas. Si intentan hacerme faltar a mis principios no lo conseguirán, por mucho que me paguen.
-Injusta. Puedo pecar de meter la pata por despiste, pero siempre hago todo lo mejor y más justamente posible.
-Orgullosa. Si tengo que pedir disculpas y rectificar un error, lo hago sin dudar. Y además aprendo.
- Una máquina. Necesito dormir 8 horas para rendir al máximo y ser todo lo encantadora que puedo llegar a ser, y me gusta hacerlo en un horario normal: cuando no hay sol. Por eso no me gustan los turnos partidos cuatro veces ni los rotativos de mañana-tarde-noche.
-Rica. Tengo un defecto: necesito comer, vestirme, pagar combustible y alquiler para sobrevivir, así que si el empleo que ofreces no puede cubrir mis necesidades básicas y además permitirme algún capricho (que me los merezco porque soy así de chachins, fíjatetú) te rogaría que no me lo plantees. Y sí, eso quiere decir más de setecientos euros al mes.
-Una histérica. Me gusta la tranquilidad, voy a cumplir 30 años y además estoy en un momento de mi vida en el que quiero ser muy zen. Por tanto no me veo trabajando en algo estresante y con fechas límite, donde no se me permita administrarme las tareas un poco a mi manera ni se me deje respirar
-Una rancia. Tengo muchos años de experiencia de cara al público a mis espaldas, (he sido recepcionista, animadora, profesora, jefa del departamento de compras, azafata y relaciones públicas) y si algo he aprendido es que cuando eres maja con la gente no importa si te equivocas. La sonrisa es mi mejor arma en el trabajo y en mi vida personal y me evita muchas reclamaciones posteriores.
-Fernando Alonso. Me gusta conducir y tengo vehículo propio, pero no quiero pasar más horas al volante que en la oficina.
-Caradura. Si soy consciente de que me merezco algo mejor o que mi jefe se equivoca conmigo en lo que sea, se lo haré saber de forma educada y correcta... pero nunca voy a exigir nada que no me haya ganado a pulso.
¿Crees que encajo en el perfil? ¿Consideras que puedo aportar algo bueno a tu empresa, y que el trabajo que ofreces me interesaría? Pues no lo pienses más: soy tu rizosa. Tienes el formulario de contacto justo ahí al ladito, a la derecha.
Prometo responder lo antes posible y, si es para currar en Google o en Blizzard, que sepas que acepto desde YA.