¡Buenos días! ¿Cómo estáis? Estas entradas de miércoles me recuerdan que estamos ¡a mitad de semana prácticamente! Como ya sabéis San Valentín está a la vuelta de la esquina, así que no quedaba otra que seguir con la tradición au pair y las galletas para el post de esta semana. En realidad, pensaba hacer unos cupcakes en lugar de unas galletas de mantequilla que ya debéis estar hasta las narices de ver, pero al final me decidí a hacer las galletas. ¡A ver qué os parece el resultado! Son un poco más chapucillas que otras veces pero siguen estando ¡igual de buenas!
Por aquí se celebra bastante. De hecho, los niños tienen una lista con los nombres de todos sus compañeros de clase que les dan los profesores para llevar algo a cada uno el día de San Valentín. No sé si se cumplirá este año porque dan nieve para el viernes, así que creo que no habrá cole. Veremos. Mientras tanto, ¡a disfrutar de la semana!
- Batimos la mantequilla (a temperatura ambiente) hasta que esté cremosa.
- Comenzamos a añadir el azúcar blanco y el vainillado sin dejar de batir hasta que se mezcle bien.
- Seguiremos añadiendo los huevos sin dejar de batir.
- Finalmente, iremos agregando la harina poco a poco y, a poder ser, tamizada con un colador o un tamizador para que no cree demasiados grumos.
- Llegará un momento que verás que la batidora no da para más (en caso de que uses amasadora no tendrás problema) y tendrás que continuar trabajando la mezcla con las manos hasta que sea fácil de manipular y no se pegue a los dedos.
- Ponemos el horno a precalentar a 180º de temperatura para tenerlo listo cuando termines de cortar las galletas, sin ninguna de las bandejas que vayamos a usar dentro.
- Extendemos la masa (1-2 cm de grosor) con ayuda de un rodillo en una superficie previamente enharinada y con los moldes de diferentes formas, vamos cortando la masa y colocando las galletas en la bandeja (con papel de horno).
- Horneamos las galletas a 180º durante 13-15 minutos o hasta que se vean más o menos doradas, dependiendo del gusto de cada uno.
- Sacamos las galletas de horno y las colocamos en la rejilla para que se enfríen durante un rato (20-30 minutos).
- Cuando ya estén templadas, cogemos los icing de colores para decorarlas y comenzamos a pintar las galletas como más nos guste. Para que sea más fácil manejar el icing, podéis extenderlo con un cuchillo untador de mantequilla.
- En una hora o menos el icing se habrá secado y podréis comer unas galletas...¡Buenísimas!
Para leer más recetas entra aquí