El otro día fuimos a comer a un vegetariano de Madrid. Reconozco que iba un poco reticente, pero nos plantamos allí (qué bien llevado, ejem) y nos preparamos para una gran comida.
El resultado fue genial y me recordó que hay cosas que tengo en la despensa y que al final nunca o casi nunca uso. La comida vegetariana no tiene por qué ser aburrida, sosa, insípida o "es que no me llena".
Lo que sí que tiene como problema es que hay que tener una gran maestría para conseguir convertir verduras y semillas y similares en algo atractivo para los espíritus carnívoros.
Hoy, nos atrevemos con un plato 99% apto para no carnívoros y esperamos que os guste ;)
Curiosea el resto del post... »