Recibí respuesta

Malvinas, 8 de abril de 1982.

Querida mía

Tan pronto recibí respuesta que no creía fuera cierta, será la emoción de este “nuevo encuentro” lo que hace que este consultando al mensajero a cada rato si tiene novedades. Me tiene esperanzado.

Cuánta similitud en el diario devenir de nuestras vidas. Hablaste de visitar este hemisferio veré si existe la posibilidad de generar el encuentro… mmm… ¡espero! Debería salir corriendo cuál desertor de las filas de este ejército. Hablaremos antes, espero.
Extraño, acaso quien no lo haría, el despertar Juntos, eso era química. Las calles de la ciudad, el perfume de tu pelo al caminar juntos no se borrará jamás.
Tu dices que no hay opciones…. ¿No las hay? (Delirio, lo se… pero) es raro. Aquí en el sur, en la zona más austral del planeta mi manos frías y solo. Me aferró a esa foto. Nunca sabremos que sucede hasta que sucede. Esperanza.
Cuánto durara el correo, me asusta, no recibir más noticias. Conviví con eso tanto. Aquí los días siguen igual, el “enemigo” está siempre atento, sobre todo a los viejos fantasmas de nuestras fuerzas (de verdad).
Me rehusó a llamarte amiga, lo siento. Siempre tuyo
”Falucho”

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