Recién llegado
Acabo de verlo y quedé patidifusa. Tiene el aire de perdonavidas repeinado con gomina sin dejar el pelo muy estirado y favoreciendo un rizo en la zona frontal.
Escucha a los tertulianos con una serenidad mentirosa dando sensación de seguridad altanera.
Empieza a responder con desprecio y en cuanto le interrumpen, calla ipso facto y cierra los ojos con gesto de oír un ruido molesto.
Su discurso es típico; esgrime la defensa de la independencia catalana con aquello de que si no estamos de acuerdo no importa.
Porque nada tiene valor si no son los puros sentimientos que permiten desear sin dejar oportunidad a la razón.
De apellido Rufián, imagino que esa pose política le salva de las burlas que quizás sufrió.
También es pose ser independentista a ultranza, para arrastrar masas.
Es un personaje antiguo, venido como un Mesías moderno.
Le da lo mismo que se nos venga encima el ostracismo, la dificultad financiera, pobreza sobrevenida, fronteras y cualquiera de las plagas de Egipto …
Con repetir machaconamente el mantra de la independencia, llegará como Maná del cielo.
En fin, es de desear que estos personajes se vayan a su casa después del 27S. Porque pase lo que pase, necesitamos cordura.