Recitar la lección

Como se solía hacer antes. Leer y leer los apuntes y repetir y repetir en voz alta hasta la saciedad. Unicamente que con esto no hace falta repetir, porque se te queda todo grabadito en la mente nada más verlo:
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En 1937, mientras España se partía por la Guerra Civil, a Pablo Picasso le encargaron un mural para la Exposición Internacional de París, ciudad donde residía desde hacía años. El bombardeo de la ciudad de Guernica por la legión alemana Cóndor le causa tal repulsa que llega a inspirarse para llevar a cabo su elaboración y empezará a crear lo que hoy es uno de los cuadros más importantes en el Arte Universal. Picasso se dedicó al Guernica del 1 de mayo al 5 de junio de 1937, y el resultado fue un mural de 5 metros de ancho que rechazaba no sólo la Guerra Civil que estaba viviendo nuestro país entonces, sino a la Guerra en general, viniera de donde viniera.
El Guernica
Los elementos del cuadro son (de derecha a izquierda). Una mujer cuya casa se está quemando, dos figuras femeninas que entran a una escena llena de caos, un caballo (que simboliza al pueblo) roto y desrrado. Bajo él, la figura de un guerrero que yace empuñando una espada rota de la que sale una flor. Una especie de sol estropeado que no puede iluminar, y una bombilla con la que, malamente, se tiene que alumbrar la tétrica escena. Una paloma de la paz agonizante, un toro que simboliza la brutalidad de la guerra, y la maternidad más terrible: la de una mujer que sostiene entre sus brazos a su hijo muerto.
La obra pasó mucho tiempo en el MoMa (Museum of Modern Art) de Nueva York porque Picasso no quiso que viniera a España hasta que no se hubieran recuperado los valores democráticos. Una vez muere Franco, se instala en el Casón del Buen Retiro hasta que comienzan los trámites para llevarlo al Museo de Arte Moderno Reina Sofía, en el que actualmente se encuentra emplazado.
Y si no habéis venido ninguna vez a verlo a la capital, lo recomiendo, porque impacta.
Y me despido después de esta lección de Arte de la que me examino mañana (ya veremos qué tal), con una frase del propio Picasso. Para desearos buenas noches a todos :)

El arte es una mentira que nos enseña a comprender la verdad. Al menos, la verdad que, como hombres, somos capaces de comprender.