Recoger mis lágrimas de tu suelo
tus lamentos del calor de la tarde
recogerle el pelo al día
y las caricias a esta noche tibia
recoger de a una las palabras
las pasiones y la charla
recoger el mantel de la mesa junto a tu mirada
recoger la esperanza y tus manos blancas
los destellos de tu risa que se cayeron ayer a la mañana
recoger los sueños anidados en tu piel
y los besos que arañan el colchón y tu alma
recogerte a vos de la ilusión
y hacer de la caída la nada
recogerme a mi de la ilusión
y hacer de la caída otra nada
recogernos del abismo que cavamos
de la pasión que abandonamos
de tus labios y los mios ardiendo perdones
recogernos de nosotros mismo
temerosos y de madrugada.