Hoy me he vuelto a marchar hasta mi propio pasado. Hoy he recordado mis largos paseos vespertinos por las calles barcelonesas.
Muchas tardes pasaba por delante de sus puertas y muchas veces las traspasaba para, simplemente curiosear o comprar alguna cosa interesante. Creo que no hubo ni una sola vez que un escalofrío no recorriese mi columna al saberme en aquel lugar. Incluso llegué a sentirme incómodamente observada en los baños subterráneos a los que nunca me gustó bajar sola.
Allí dentro me sentía como "oprimida". La comodidad y la quietud salían huyendo despavoridas de aquel sitio. Sin embargo, al mismo tiempo existía algo que me atraía una y otra vez y que me impulsaba a volver a asomarme hasta su interior.
Quizá fuese el hecho de recordar el dantesco horror que se vivió allí hace hoy 25 años.
Aquellas cruentas imágenes que vomitaban los informativos de la época permanecerán en mi retina por siempre. Lo mismo sucede con las fotografías que presidían las portadas de los periódicos del 20 de junio del año 1987.
Hoy, como era lógico y natural, no podía dejar de pasearme, de nuevo por el lacerante dolor de aquellos días...
Se cumplen 25 años del atentado de Hipercor
El atentado más sangriento de ETA dejó un total de 21 muertos, todos ellos civiles
PÚBLICO.ES / EFE Madrid 19/06/2012
Fotografía de archivo del centro comercial momentos después del atentado de ETA.- EFE
Se cumplen 25 años de la peor masacre perpetrada por la banda terrorista ETA. El 19 de junio de 1987, a las 16.10 horas, una potente bomba colocada en el centro comercial Hipercor de Barcelona dejaba 21 muertos, cuatro de ellos niños y 45 heridos. El atentado, además de ser el que más víctimas mortales ha causado en la historia de ETA, supuso un cambio radical en la forma de actuar de la banda, ya que fue indiscriminado y por primera vez todas sus víctimas fueron civiles.
Todo ello conmocionó a la sociedad catalana -dos días después una multitudinaria manifestación de condena a los hechos recorrió Barcelona- y supuso un punto y final al cierto apoyo que hasta entonces habían encontrado en Catalunya organizaciones cercanas al entorno de la banda, como Herri Batasuna.
En el ataque estallaron bidones cargados con treinta kilos de amonal y cien litros de líquido inflamable que los etarras del "comando Barcelona" habían escondido en el maletero de un Ford Sierra previamente robado y que habían estacionado en la primera planta del aparcamiento de Hipercor.
Una hora antes, sobre las tres de la tarde, uno de los miembros del comando había hecho tres llamadas desde cabinas telefónicas, comunicando en nombre de ETA que tendría lugar una explosión en el Hipercor de la Avenida Meridiana de Barcelona entre las 15.30 y las 15.40 horas.
Sin embargo, la inspección ocular realizada conjuntamente por miembros de las Fuerzas de Seguridad y los vigilantes jurados del centro comercial no encontró nada sospechoso, por lo que estimaron que se trataba de una falsa alarma y decidieron no desalojar el edificio.
Por el atentado fueron condenados Domingo Troitiño y Josefina Ernaga
Por este atentado fueron condenados los miembros del "comando Barcelona" Domingo Troitiño y Josefina Ernaga a penas que sumaban más de 1.600 años de cárcel, así como Rafael Caride Simón, condenado a 790 años de cárcel.
Además, la Audiencia Nacional también condenó a otros 790 años de cárcel al dirigente etarra Santiago Arróspide "Santi Potros" por ordenar la masacre, una sentencia que confirmó el Tribunal Supremo en julio de 2004.
Del total de 56 muertos que ETA ha causado en Catalunya, más de un tercio perecieron en el atentado de Hipercor, una masacre cuyas heridas aún no han cicatrizado entre la sociedad catalana, que hoy conmemora el cuarto de siglo de uno de los episodios más negros de su historia reciente.