Ya he hablado más veces de mis viajes a Bosnia i Herzegovina, en misión humanitaria. La primera vez que estuve en Mostar, fuimos a hacer una ofrenda de flores a la Plaza de España, un gran espacio peatonal en el centro de la ciudad. Allí, justo en el centro, hay un pequeño monumento colocado en memoria de los soldados españoles que dejaron su vida en los Balcanes. La zona está muy rehabilitada gracias, al menos en parte, a la ayuda española. Pero justo a la altura de la plaza, casi enfrente de este monumento, hay dos edificios altos, destrozados y llenos de marcas de balas y de mortero. Da pena verlos. Pregunté al teniente Agustín García ¿Por qué no arreglan esos edificios? Para que no se les olvide la guerra, me dijo. Para recordar, cada vez que pasen por aquí el sufrimiento que trajo consigo, y tratar de evitar que algo así vuelva a suceder jamás.
Recordar, siempre recordar
Publicado el 17 diciembre 2011 por BeatrizbeneitezYa he hablado más veces de mis viajes a Bosnia i Herzegovina, en misión humanitaria. La primera vez que estuve en Mostar, fuimos a hacer una ofrenda de flores a la Plaza de España, un gran espacio peatonal en el centro de la ciudad. Allí, justo en el centro, hay un pequeño monumento colocado en memoria de los soldados españoles que dejaron su vida en los Balcanes. La zona está muy rehabilitada gracias, al menos en parte, a la ayuda española. Pero justo a la altura de la plaza, casi enfrente de este monumento, hay dos edificios altos, destrozados y llenos de marcas de balas y de mortero. Da pena verlos. Pregunté al teniente Agustín García ¿Por qué no arreglan esos edificios? Para que no se les olvide la guerra, me dijo. Para recordar, cada vez que pasen por aquí el sufrimiento que trajo consigo, y tratar de evitar que algo así vuelva a suceder jamás.