Recorro despacito tus veredas
haciendo de tu cuerpo mis verdades,
inundas de ilusión mis días grises
y envuelves con tu abrigo mis tormentas.
El manto de tu calma me cobija
y el brillo de tus ojos candela,
te dibujo con tinta de mis dedos
y mi pelo se despeina entre los tuyos.
Mis labios reclaman de ti otro beso
y mi boca jadea aun sin quererlo.
Planeta donde viven mis sonrisas
quisiera que siguieras aquí estando
y ahora que mis dedos te recorren,
quédate a mi lado y en mí soñando.
Comerás en mi vientre y yo en el tuyo,
las ganas que horas antes nos quedaron.
Llovamos sí, llovamos juntos
aunque fuera el cielo azul nos acompañe.
Empaña nuevamente mis cristales
y luego deja que te me regale.
Cuando dolorosa llegue tu noche fría,
sueña con caminos en mi cuerpo
y deja que te yo también te sueñe
caminando serena entre los tuyos.
Así, cuando las ganas queden tibias,
me besarás despacio y me harás brisa.
Pero ahora, aquí, ahora,
habiéndome hecho tuya tan amada,
permite que me vista muy despacio
pues mirándote en la cama aún caliente,
haré más llevadera mi partida.
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