Rectificación

Hoy me han hecho una entrevista en la cadena COPE en León. Casi una vez al mes, tienen a bien llamarme para hablar sobre cosas de La Teta. Son unos minutos, pocos, en los que intento, hablando a toda velocidad, no dejarme ni una sílaba de lo que quiero decir, en el tintero.

El caso es que en la entrevista de hoy, hemos hablado del Taller de Información para un Parto Consciente, así que he comentado que el objetivo principal del taller es ofrecer a la mujer información veraz y contrastada sobre el proceso de embarazo y parto para que pueda hacer elecciones libremente sobre el proceso. He dicho que es interesante que las mujeres conozcan todas sus opciones para poder elegir. Seguimos hablando sobre esas opciones, y salió el ejemplo del parto domiciliario, ya que hay mujeres que identifican este tipo de parto como sin asistencia, y he dicho que son asistidos por matronas expertas. El caso es que he debido decir (no lo sé seguro, porque ya digo que hablo mucho y muy deprisa) que las matronas garantizan una “asistencia médica adecuada”. Médica.

Si esta entrevista me la hubieran hecho en Alemania, o en Holanda o en Gran Bretaña, la palabra “Médica” hubiera pasado desapercibida. Pero es que estamos en España. Es más: estamos en León.

Justo al finalizar la entrevista, ha llamado un amable ciudadano para recordarnos que las matronas no son médicos y por lo tanto no dispensan una asistencia médica, y que debo rectificar.

Y es cierto.

En este país, las matronas son enfermeras, no médicos. Enfermeras con una especialidad en obstetricia, pero no son médicos. Luego no debí decir “asistencia médica”, sino “asistencia sanitaria”.

No pienso rectificar lo de “adecuada“.

La mujer de Sánchez Dragó, pariendo en casa, divinamente asistida por dos matronas y su hijastra.

Según la ley, en España, las profesionales legalmente capacitadas para la asistencia de un parto normal son las matronas. No los obstetras. Las matronas.  Es decir, que si por cualquier motivo, en un hospital o clínica es un médico obstetra quien asiste un parto normal en una mujer sana ese profesional no es el adecuado. Prestará una asistencia médica, pero ésta no será adecuada. Porque no es el profesional legalmente capacitado para asistir un parto normal, sino para devolver a la normalidad un parto que se ha apartado de ella, y actuar si no es posible devolverlo a la normalidad. Lástima que esto no lo diga nadie.

Cuando veo mujeres que han sido asistidas, sin necesidad, por un médico obstetra, que no sólo no debería haber estado cerca si su parto era normal, sino que intervinieron apartando ellos ese proceso de la fisiología, me pregunto si alguien rectifica. Pero no.

En este país un médico es más que una enfermera, un obstetra está por encima de una matrona, y la relación es siempre jerárquica. Y por eso se sienten ofendidos ante un lapsus lingue como el que yo he tenido. Si todo el mundo entendiera esa relación como la de  un equipo en el que cada uno ocupa su lugar, sin más y sin menos, el  índice de satisfacción de las mujeres en sus partos sería mayor, y nadie estaría preocupado por si alguien, una simple asesora, en una entrevista de 7 minutos, dice “asistencia médica” o “asistencia sanitaria”. Porque lo principal es la “asistencia adecuada”.

Es más.

Si la matrona es la profesional legalmente capacitada para asistir un parto normal, la profesional adecuada para ver con tiempo una desviación de la fisiología, también es la profesional que va a asegurar que la mujer reciba una asistencia médica adecuada, sugiriendo un traslado a un hospital si el proceso lo requiere, que es en muchas menos ocasiones de lo que la gente se cree. Una matrona con experiencia ve venir de lejos un problema, y sabe cuándo éste requiere un traslado con tiempo suficiente para llegar al hospital. Luego está garantizando que, de ser necesario, la mujer tendrá una asistencia médica.

Esto me lleva a otro tema, que surgió también en la emisora, justo cuando me dijeron lo de esta llamada y esta rectificación. El debate (parece que eterno, aunque es muy reciente) entre el parto hospitalario y el parto domiciliario.

Bien, digamos que, si me llamasen a mi para un debate de estas características, me negaría a participar. La noción misma del debate confronta posturas. Parece que si estás a favor del parto domiciliario estás en contra del hospital, y al revés. Y no sólo no es verdad, sino que, como he apuntado un par de párrafos más arriba, la profesional de parto en casa no dudará en trasladar a la mujer a la que acompaña a un hospital si ello es necesario. Si una persona que se dedica a asistir de manera domiciliaria estuviera en contra del hospital, las mujeres asistidas por ellas estarían indefensas ante un problema, puesto que no podrían contar con una buena asistencia médica en caso de necesitarla. Y si estás a favor del parto hospitalario, y estás frontalmente en contra del parto domiciliario, probablemente no actúes correctamente en el caso de que te llegue a urgencias una mujer que ha intentado un parto en casa y se ha encontrado con un problema. Lamentablemente conozco algún caso en el que no se permitió al profesional a cargo del parto acompañar en el hospital a la mujer, con la pérdida de información que esto supone, y en el que la mujer se vio sometida a una atención inadecuada desde el punto de vista humano, con un médico que la gritó y la echó en cara que hubiera intentado un parto en casa.

No.

No deben ser dos posturas contrarias, sino dos opciones que existen y que la mujer debe conocer para poder elegir. Y debe poder hacerlo sin temer que, si algo pasa, alguien en el medio hospitalario le va a recriminar su elección, y sabiendo que la matrona que haya elegido la podrá acompañar en todo el proceso para poder facilitar al médico a cargo toda la información sobre el mismo.

Y eso sí sería garantizar una atención médica adecuada.