Recuerdo

No te soporto, dijo ella clavándole los ojos como dos cuchillos afilados, de haber sido un tipo violento le habría montado una escena de esas antológicas, pero opto por guardarla bilis para hacer algo que entraba más en su modo de ser, se limito a permanecer callado, mientras ella escupía toda su ira, el sonreía maléficamente, pensó que aquella noche ella dormiría como lo que no era un angelito.Decidió mirar al horizonte para mantener las formas, después de todo no volverían a verse mas y no quería perder los nervios en público, eso la descolocaría, después de todo ella presumía de una larga lista de admiradores incluyendo su profesor con el que había quedado a comer a espaldas de su novio. Eso ya detonaba que la muchacha tenía un sentido colectivista del amor que no sintonizaba lo más mínimo con él, se imagino que no le faltarían tipos con los que quedar.Eso a él no le dolió, solo le molesto que quisiera cubrir con él, su cuota destinada a las buenas obras o la caridad, que le dijera ella con una media sonrisa si quería una silla de ruedas, le sentó como una patada en las gónadas…Lo único que le rompió no fue el corazón, sino la visión romántica del amor que él como un soñador algo fuera de época aun conservaba.Desde aquel día nada volvió a ser igual, cerro la puerta para una larga temporada, en su corazón coloco un andamio amarillo y un cartel en el que se podía leer claramente cerrado por restauración.Desde aquel momento decidió que le dolía menos escribir además de no pesarle demasiado.Siempre podía recurrir a su maleta de recuerdos de una vida, que no se desarrollo nunca como espero para llenar páginas.Solo en los días de lluvia se preguntaba si sus vivencias eran suyas o solo un mal reflejo de una imaginación que jugaba con él a distorsionar su realidad.No era amante de conservar nada que le recordara aquella chica que le había llamado insoportable, todos tenemos nuestras manías pensó para sí mientras apuraba un zumo de melocotón, la visión de los hielos le recordó a dos náufragos en apuros, corrió hacia casa.Nada como hacer una pila de recuerdos para quemar, borrando un pasado que empezaba a agobiarle.Mientras se pregunto porque aquella chica le había llamado lagartija…Sin pensarlo demasiado quemo sus fotografías.