Recuerdo de un encuentro.

Os presento a, Ana Maria Ferrin.
Perdonar porque la foto no es muy buena, se la he robado de un artículo y al agrandarla ha perdido nitidez.


Pero vayamos a lo importante. Conocí a, Ana Maria, en el mundo blogger. Un día me hizo un comentario en una de mis entradas, y me fui a devolverle la visita a su blog. Tengo que confesaros que me llamó la atención su categoría humana e intelectual, mientras me preguntaba que habría visto en mis pobres y sencillas letras una mujer de su talla.
Ana Maria, es escritora, biógrafa de Gaudi, articulista en varios medios, conferenciante, empresaria y un montón de cosas más. Madrileña y casada con, Jesús, un palentino, viven desde hace muchos años en Cataluña.
Un día, recibí un correo suyo donde me decía que solía pasar temporadas en un pueblo palentino, y que le haría mucha ilusión conocerme, pues relativamente estaba cerca de donde yo vivo.
Para entonces, ya estaba yo prendida de sus interesantes entradas en en el blog, y me pareció estupenda la idea de poder darle un abrazo y manifestarle mi admiración.

Quedamos en vernos en la emblemática Fuente de los Cuatro Caños, por ser un lugar visible en el centro del pueblo y por donde pasa la carretera que va hacia Palencia.
Mi emoción era enorme y a la hora acordada allí estaba yo esperándola muy ilusionada.

A los pocos minutos, pude ver su sonrisa a través de la ventanilla del coche. Venía con, Jesús, su marido.

Desde el primer momento conectamos de manera muy particular.

Entramos en el bar Montañés a tomar un café los tres. Como Jesús, es palentino, nos hicimos esta foto para el recuerdo.
Charlamos un rato juntos, como si nos conociésemos de toda la vida.
Después, Jesús, se fue a visitar el pueblo, mientras, Ana Maria y yo charlábamos de nuestras cosas.
Ana Maria, tiene una sonrisa cálida y afectuosa muy acogedora, que hizo que me sintiera muy bien junto a ella desde el primer momento.
Es una mujer brillante, sencilla y cercana, con la que una puede estar hablando horas y parecerle apenas unos minutos.
Cuando le hablas, te mira a los ojos con enorme atención haciendo suyo aquello que le cuentas.
Así pasamos largo rato mientras nos contábamos nuestras vidas.

Me contó, que había llegado a esta zona palentina, porque por su profesión tenía pendientes varias entrevistas rescatando tesoros del románico y se encontró casualmente con la magnífica iglesia de Támara de Campos.
Támara de Campos, está situado en  la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Declarado de Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico Artístico, en la comarca de Tierra de Campos.
 Descubrieron que cercana a la iglesia vendían una casa, y fascinados por el lugar la compraron. Una aventura que emprendieron juntos rescatando las raíces de, Jesús.
Ellos, empresarios jubilados, habían pasado el testigo a sus hijos del negocio familiar y se dedican a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y aquí vuelven siempre que pueden.
Ha sido una experiencia preciosa el haber compartido un rato de conversación con mi nueva amiga. Me contaba que había conectado con mis letras, porque dice que están escritas con mucha fuerza. No he podido recibir mejor alabanza de esta extraordinaria mujer.
Al rato, llegó Jesús y nos dimos una vuelta por el pueblo. Entramos en un bar donde ponían rabas, ya que hacía mucho tiempo que nos las degustaba.
Reímos, charlamos, comimos, paseamos...
Nació una amistad preciosa aquel día, hace ya un año, que no quería dejar de contaros.
Internet y el mundo de los blogueros nos ha unido, y ahí seguimos conectados por este medio.
Eso si, me gustaría poder repetir la visita.
Estos son algunos de los libros que ha escrito, Ana Maria: Gaudi la huella del genio. Los ojos del paraíso. Crónicas del arco iris. Gaudi de piedra y fuego. Regreso de Gaudi place.