A partir de ahí, perdí interés por este tipo de ilustraciones, hasta que, hace unos días llegó a mis manos un ejemplar de estas creaciones, aparentemente olvidado sobre el banco de un parque. Entonces me di cuenta de lo que me había perdido. Eran unos dibujos fantásticos, llenos de personalidad. Realmente inconfundibles.
Encontré los dibujos mucho menos detallados que en otros comics, como los creados en Europa o América, sin embargo, cualquier escena era explicada textualmente en todo el espacio necesario utilizando para ello páginas y páginas para describir una sola acción. Con ello consiguen meterte de lleno en el meollo de la historia.
Suelen tender a la abstracción y no tanto al realismo y eso fue algo que rompió con todos mis esquemas anteriores, en lo que a animación e ilustración se refieren. Acostumbrada como estaba a las animaciones tradicionales tan llenas de colorido, me llamó la atención que, una gran parte de los creadores de este tipo de dibujos, utilizan como gama básica el blanco y el negro, y lo hacen con tal maestría, que no se echan de menos otros colores.
Por fortuna, siguen proliferando historias y personajes recreados en el manga. Videojuegos y series de televisión, siempre llevan relacionado uno de estos protagonistas, por ello, es muy fácil conseguir en el mercado objetos vinculados con vuestros personajes favoritos: Ropa manga, peluches manga, complementos…
Así es que, dicho todo esto, y como no quiero seguir sumida en la ignorancia, decido ponerme al día. He seleccionado una serie de películas basadas en este arte y las pienso ver este fin de semana, ante un enorme cuenco de palomitas. Tú que entiendes, me las recomendarías? Yo, ya te contaré.
• El viaje de Chihiro
• Akira
• La princesa Mononoke
• El castillo ambulante
Desde aquí, animo a los nuevos talentos que ya se están gestando, para que sigan haciéndonos disfrutar, creando y recreando nuevas historias y personajes.
Mi admiración y profundo respeto para estos “magos del Manga”.