Vivir con un niño es vivir tu vida otra vez. Como volver a empezar. Volver a apasionarte por las cosas, volver a disfrutarlas, a saborearlas. Volver a descubrirlo todo. Volver a aprender y empezar. Activar, de nuevo, la capacidad de sorpresa. Vivir con un niño es sonreir intuyendo que todo está por venir.