REFLEJOS AL NATURAL.
La Huella de un Árbol de Leyenda en la Historia de Aragón: El “Árbol de Guernica” aragonés.
Cuando un árbol se convierte en emblema, leyenda e historia.
La Encina de Sobrarbe incluida en el escudo de Sobrarbe y recogido en el primer cuartel del Escudo de Aragón viene a simbolizar por analogía, el “Árbol de Guernica” aragonés, pues fue, en su momento, la representación de la libertades aragonesas.
Por primera vez en 1499 se documenta su aparición, generalizándose un siglo después. Ésta Encina de Sobrabe (una encina arrancada, coronada por una cruz latina de gules)aludía al “reino” de Sobrarbe antecedente del Reino de Aragón siendo una reivindicación de la libertad foral.
Fue el último emblema incluído en el Escudo de Aragón, que por cronología se sitúo en el primer cuartel, en el cual, sobre campo de oro, aparece una encina desarraigada, con siete raigones, en sus colores naturales, coronada por cruz latina cortada y de gules.
Este emblema posee diversas versiones sobre sus orígenes.
Según una de sus versiones, sorprendido Garcia Ximénez por lo musulmanes en los aledaños de Aínsa, la aparición “milagrosa” y “oportuna” de una luminosa cruz roja sobre una encina motivó y “embraveció” sus escasos efectivos resistiendo y saliendo victorioso de la encrucijada.
Pensemos que este emblema recogido por la Historia, así como otras muchas manifestaciones históricas y culturales, es el fruto del “mestizaje” y en ocasiones superposición del paso de culturas, civilizaciones, pueblos que sucesivamente han poblado nuestros páramos, asimilando o adaptando cada una de ellas los símbolos, cultura anterior a su coyuntura temporal histórica, evidenciando la vinculación ancestral del ser humano con la Naturaleza y sus representaciones.
Las Encinas, así como los Robles han sido venerados o considerados la imagen o representación de deidades, incluida la Naturaleza por nuestros pueblos antecesores desde celtas…
La Cruz además de cristianizar la encina como símbolo anterior, se puede considerar como el puente entre el cielo y la tierra. Su color rojo puede representar el fuego, la sangre…
Su conjunto, enmarcado en su contexto histórico, simboliza el triunfo de un culto sobre sus anteriores.
No obstante, personalmente prefiero la interpretación alegórica de la Libertad en general.
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