Para Eva
Otra vez Pascua... la vida se escapa! Hace un mes que no escribo porque tengo tanto que contar que no encuentro el momento para hacerlo. Pero ahora, mientras mis hijas se ponen guapas para salir todos de paseo, le robo este minuto a Papá Conejo que batalla con la pequeña y creativa Piojilla.
Nos hemos levantado temprano para esconder los huevos (1 huevo por año de cada niña) y a continuación hemos ido a despertar a las ángelitas...Risas, grititos de alegría ante cada hallazgo... y desde mi cama escucho la complicidad de estas hermanas tan queridas. Son estos los momentos en los que siento que 3/4 de lo que saben y aman, sale de su casa: este hogar que hacemos a diario sólo por el hecho de estar juntos. Este será un año de cambios que ya empiezo a ver delante de mis ojos. El vértigo, el miedo y la ilusión son un solo sentimiento. Mi familia me acompaña en estos saltos al vacío que doy de vez en cuando. Admiro esa valentía y la fe de Papá Conejo. A veces creo que yo no soy tan buen compañera. Me siento así, acompañada de mis seres queridos: mi familia inmediata y la siguiente. Que piensan por mí y dedican su tiempo a mis proyectos como si fueran suyos, que llaman, preguntan y me dan ánimo cuando veo todo oscuro y triste.
Este mes ha sido complejo. He tomado algunas decisiones dolorosas. He hecho renuncias importantes. Cerrado etapas; dejado en "stand by" otras. He tenido pequeños duelos conmigo misma y me he sentido muy sola respecto a las amistades en general. Aunque conozco muchísima gente, tengo muy pocos amigos (y siento decir que, cada vez menos...) porque para mí la amistad verdadera encierra tantas cosas, que es muy difícil reunirlas en una sola persona o en pocas (y que a su vez éstas, tengan el mismo concepto que una al respecto). Tal vez por eso mi mejor amigo del alma es justamente el hombre de mi vida... me basta un abrazo suyo para sentir que todo está bien.
Hoy vuelve a ser Pascua y aunque me sienta melacólica y temerosa, sé que tengo cientos de motivos para ser feliz. Que tengo que escuchar mi voz interior y ponerme más a menudo las gafas de ver todo color de rosa. Hablando de esto, mi querida "jefa" y compañera, Eva, me regaló esta cita el otro día, de un juego de cartas motivadoras:
Mi vida es maravillosa y aguardo expectante a lo que cada hora me depara. Soy un ser radiante que disfruta plenamente de la vida.
Quiero sentirme así de plena a diario. Así que imprimiré esta cita y la leeré todos los días. Especialmente los que parezcan nublados.
En fin... Marzo ha sido largo y me ha arrancado un montón de lágrimas y también de risas. Espero tener tiempo de ir contando cosas, pero si no es así... disculpad mi ausencia. Significa que estoy a tope y que estoy intentado dar nuevos rumbos a mi vida. Y que cuando todo esté "asentado" traeré a este rincón esas buenas noticias.
Felices Pascuas a todos.