Trataré de no quererte. No me lo pones fácil, pero yo soy yo y me gustan los retos.
Trataré de que no me importes y no importarte. Sobre lo primero, no sé... Tu reto, si es permanente e inquebrantable, me pondrá alerta y desvelada. Si veo quebrar tu mirada, vacilar tu mano y buscarme, ya no trataré de no verte ni de no saberte ni de no pensarte.
Que te importe yo, no sé si será facil, difícil o, simplemente, será. No vivo más allá de ahora, no amo más allá de hoy.
A veces me temblará la voz, a veces el pensamiento. Pero siempre seré yo, siempre mía, siempre tuya.
Y, si tú me piensas, nada habremos perdido y todo estará por andar.